La tortuga no pudo sobrevivir a los vertidos incontrolados que se siguen produciendo, sin conocer muy bien el origen, en Perales del Río. En una zona donde el agua proviene de la depuradora y «debería estar más o menos limpia», llegan vertidos que tiñen de alquitrán o de aceite el agua. El colectivo Perales en Marcha ya lo denunció el pasado mes de julio, después de haber tomado la iniciativa en su limpieza. La víctima hoy es esta tortuga. «Queremos demostrar que hay vida en este río, que no está muerto, pero que lo están matando sin que a nadie le importe», explica José Julio Delgado, del colectivo Perales en Marcha.