Desde el 2 de julio Úrsula y Javier están en la calle. Fueron desahuciados con tres hijas a su cargo. Desde hace casi dos semanas mantienen un pulso con el Ayuntamiento, apoyados por la PAH, acampando frente al consistorio y exigiendo una solución habitacional para ellos. «De aquí no nos vamos sin unas llaves«, insistían en el inicio de la reivindicación. Desde el Gobierno municipal aseguraban que no tenían un manojo de llaves para repartirlas a quien lo necesitara. Pero parece que ahora sí hay una vivienda disponible en los pisos tutelados, que se habilitaron para emergencia social. Y ahí comienza un nuevo capítulo de este conflicto.
El Ayuntamiento asegura que «las dos personas que permanecen acampadas en la plaza del Ayuntamiento de Getafe han rechazado recibir la información sobre la documentación que deben aportar en un procedimiento para la adjudicación de una vivienda de emergencia social, dejando así patente su intención de no participar en el proceso». Palabras muy duras que rebate el propio Javier: «Quieren que firme algo que no he leído. Les dije que me dieran los papeles para que los viera un abogado y no quisieron». Es la recomendación que les ha hecho la PAH, que no firmen nada sin que lo visen antes. «No se niegan a firmarlo, pero no es la primera vez que en los papeles que te dan a firmar hay cláusulas escondidas. A los afectados les decimos que antes de firmar cualquier cosa, lo veamos antes», explica Chema, de la PAH. Por debajo subyace la sensación de que «es una excusa para levantar la acampada».
Durante estas casi dos semanas de acampada, los Servicios Sociales les han hecho ofertas de «alternativas transitorias como ayuda a su situación personal y que contempla el pago de alquileres o estancias en hoteles», explican desde el Ayuntamiento, «Unas alternativas son idénticas a las que reciben el resto de familias de Getafe que se encuentran o pueden llegar a encontrarse en un escenario similar».
Otro miembro de la PAH, sin embargo, es tajante: «Estamos peor que con el PP porque el PSOE además miente. Ni siquiera nos ha invitado formalmente a la comisión antidesahucios», manifiesta indignado José, que acompaña a Úrsula y Javier en su reivindicación. «Lo único que sabemos es que Sara Hernández les dijo a estas dos personas que no iban a estar en la calle y hoy mira dónde están».
Sobre la mesa hay una vivienda de 44 metros cuadrados y 1 habitación. Pequeña, pero un techo al fin y al cabo. «Desde la delegación de Bienestar Social se han puesto en contacto con diferentes familias de Getafe, que no cuentan en la actualidad con una solución habitacional estable en su día a día» para participar en este proceso. Úrsula y Javier podrían ser una de esas familias. No así la de Milagros. » La otra familia que ha decidido acompañarlos, no cuenta en la actualidad ni siquiera con una demanda de desahucio sobre su vivienda habitual», explican desde el Gobierno.
Desde el Ayuntamiento aseguran que su prioridad es tratar de frenar la lacra de los desahucios. Han mantenido reuniones con bancos, han consolidado un protocolo de actuación con el juez decano, además de convocar la comisión antidesahucios, que el jueves 30 de julio se reunía por segunda vez.
El pulso de la PAH al Ayuntamiento estas dos semanas ha sido duro, en plena campaña de Sara Hernández para liderar el PSM, con escrache incluido en el acto de cierre de campaña. Ha habido polémica por un directo de La Sexta que no se pudo grabar o por la ubicación de las pancartas que los acampados querían instalar.
Y en medio siguen Úrsula y Javier. Separados de sus tres hijas que siguen con los abuelos paternos.
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