Sopor. A las 4 de la tarde de un 30 de julio se presentaba un tedioso Pleno municipal. Mucho papel, muchos puntos, poca espontaneidad y es que estos concejales nuestros ni siquiera saben leer… ¡aburren a maricastaña! Una propuesta en beneficio de todos: sería más útil que nos pasen los textos de las intervenciones y en alguna noche de insomnio ya tenemos qué hacer para dormir.
Así que sopor, con una calurosa tarde en la calle. «¡Usted haga su trabajo, que por cierto lo hace bastante mal!». La increpación del portavoz del PP, Juan Soler a la secretaria del Pleno despierta a los presentes. «No le permito que insulte a los técnicos. Usted no dirige ya este Pleno y no le he dado la palabra en ningún momento», le replica la alcaldesa. La tensión se puede cortar entre funcionaria y exalcalde; la primera, cesada por el segundo hace dos años. Volverse a encontrar en este escenario y con Soler en la oposición da juego, mucho juego. El intercambio verbal venía por los líos en el cómputo de la votación. Al PP le falta uno (Pablo Martínez no acude al Pleno), Ciudadanos vota con el PP en contra, Ahora Getafe se abstiene… el caso es que la modificación presupuestaria no sale adelante, que era el punto en liza. Y en estos tiempos con las mayorías absolutas olvidadas cada voto cuenta y marca tendencia. Ahora Getafe tendrá siempre la llave de una mayoría, y le cederá ese puesto a Ciudadanos en caso de abstención. Están obligados a retratarse en cada punto.
Las letárgicas intervenciones de los concejales en el Pleno, eran interrumpidas de vez en cuando por el público. Todos teníamos la vista puesta en las filas de atrás, pendientes del último punto donde se debatiría el problema de la vivienda y con las dos familias acampadas frente al Ayuntamiento sentadas escuchando. ¿Habría boicot de la PAH? ¿Reventarían el Pleno? ¿Habría que desalojar? Ya adelanto que nada de nada.
Se aprobó por unanimidad pedir el servicio de urgencias médicas para Perales del Río («¡Qué hijo puta!», se oye entre el público cuando el PP vota a favor). Y el aplauso más cerrado de todos los presentes se lo lleva la aprobación de ponerle una calle o plaza al fallecido Pedro Cid. También unanimidad en pedir que continúen las obras de la Avenida de la Libertad, y que Buenavista tenga una escuela infantil y un colegio; y unanimidad en el apoyo a los trabajadores de Coca-Cola… ¡huy, no! Que en este punto se abstienen Ciudadanos y PP. Además con lío incluido. «¡Luego te espero en la puerta! Me va a llamar a mí maleducada», desde el público se encaran con AJ Mesa, mientras la presidencia del Pleno hace oídos sordos. Tampoco gustó la intervención del PP que defendió la Ley Mordaza que se pedía fuera retirada. «¡Fascista!», increpó otro vecino que provocó que Fernando Lázaro (PP) saltara: «Me parece intolerable que se permita tratar así a los concejales en el Pleno». Oídos sordos.
Y luego había puntos que incluso tenían que ver con Getafe y eran competencia municipal. Uno de los más esperados, la solicitud del PP de que se reanudaran las obras del Teatro Madrid. Ciudadanos ya adelantó que se abstendría. «Solo hemos tenido acceso al expediente de paralización de obras y nos falta información». La frase de este punto fue de Vanessa Lillo. «El tema estrella se ha convertido en el tema estrellado». Jorge Rodríguez (PSOE) denuncia las irregularidades del proyecto: falta de insonorización, no se contemplan salidas de emergencia, falta de accesibilidad, no hay consignación presupuestaria… en un proyecto (feo de narices, pero esto es una opinión personal) donde solo la fachada cuesta 200.000 euros. Como si no fuera con él, Juan Soler hace oídos sordos a las críticas. «No era un capricho, era una promesa electoral», e hiló un manido discurso sobre lo poco que le gusta la cultura al PSOE y los oscuros intereses que había tras el Teatro Madrid. Sobre los defectos estructurales, «pregunte a los técnicos». «Elija si quiere pasar por un nefasto gestor o por un alcalde que no se enteraba de lo que pasaba», le dijo Sara Hernández. La moción se rechazó y Ciudadanos insistió en abstenerse. Raro, raro, raro.
Y ya sí. Último punto, cuatro horas después de iniciado el Pleno, para hablar de los desahucios y del problema de la vivienda. El PP saca pecho por la comisión antidesahucios que implantó (de la que todos reniegan por inoperativa, ineficiente y escasamente convocada). Y AJ Mesa defiende que durante la pasada legislatura «ninguna familia se vio en la calle». Lo que faltaba para encender los ánimos: «Mentiraaaaaa», gritaban desde el público. No se vieron camisetas verdes de la PAH (¿una?) y apenas un par de folios recriminándole a Sara Hernández su gestión. Este era el punto de Vanessa Lillo (Ahora Getafe). Y se encontró en su salsa. «A la alcaldesa no le tiembla la voz decir que en Getafe no hay nadie en la calle, cuando la realidad del municipio es otra. Es cuestión de voluntad política». «¡Sí se puede!», le corearon desde el público al finalizar.
«No hay viviendas vacías de la EMSV, están en proceso de adjudicación. Lo mismo que ocurre en El Rosón. Estamos trabajando con los bancos…» estaba explicando Sara Hernández cuando las familias le interrumpen, exigiendo que cumpla sus promesas. «No me he negado a recibir esa vivienda, pero quiero que puedan revisar los papeles que firmo», reclamaba Úrsula. «Me alegro saber que no te niegas, lo pondré en conocimiento de los educadores sociales para que puedan evaluar la situación», le respondió Sara Hernández. Y Milagros también intervino explicando que a principios de agosto tienen que abandonar el piso. Se empieza a montar guirigay, no se entiende nada. Interviene la secretaria: «Se somete a votación el dictamen». Todos a favor… menos el PP, que se abstiene. «¡Vergüenza!», le gritan. Ya levantada la sesión, las familias se quedan hablando con la alcaldesa. ¿Estará más cerca la solución?
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