Han tardado más de 10 días en fijar los interlocutores y sentar las bases de la negociación, pero al fin, comienzan los contactos entre PSOE y Ahora Getafe, los dos prinicpales agentes para decidir el sentido de la investidura en la Alcaldía el próximo 13 de junio. Apenas quedan 8 días para cerrar un acuerdo, algo que es posible, pues tal y como explica Sara Hernández, cabeza de lista del PSOE, «hay bastante coincidencia en los puntos programáticos de ambos. No hay ningún escollo insalvable en la negociación», asegura.
Más prudente se muestra Vanessa Lillo, que está a la espera de que se ponga en común en la reunión del comité negociador lo tratado durante la reunión que se celebró ayer por la manaña. «Ha ido bien, pero tenemos que seguir hablando». Ahora Getafe partía con un documento de 5 puntos en el que se abogaba por un plan de rescate ciudadano, una auditoría económica y de prestación de servicios, austeridad y transparencia de cargos públicos, la limitación de crecimientos urbanísticos y la salida de la Ley de Grandes Ciudades.
Este último punto tuvo un amplio desarrollo durante la reunión.»La ley no señala un cauce para salir y hemos llegado al compromiso de analizarlo, con un debate sosegado sopesando pros y contras, porque muchos de los canales de participación emanan de la Ley de Grandes Ciudades. Más allá de la ley, está la voluntad política de fortalecer el papel del Pleno, porque en estos cuatro años hemos estado demasiado acostumbrados a la mala praxis del PP en este sentido», asegura Sara Hernández.
La cuestión de la Alcaldía no centró el debate, según la candidata socialista, que defendió «seguir trabajando en líneas programáticas que den estabilidad al gobierno y provoquen un cambio de políticas en el municipio».
Vanessa Lillo condiciona también cualquier apoyo a la consulta ciudadana que planean hacer, aunque aún no se ha decidido cómo ni cuándo se realizará.