Hay eco en el despacho de Alcaldía. Las estanterías están vacías, el espacio parece más grande si cabe. Desde el enorme ventanal se observa la rutina de los vecinos de Getafe que entran y salen del edificio consistorial. Se respira tranquilidad; comienza una nueva etapa con una mujer sentada al frente de la mesa de alcaldesa. Su prioridad no es llenar las estanterías ni cambiar los sofisticados muebles que se instalaron en el despacho que entonces pertenecía a Juan Soler; su voluntad es comenzar a tomar decisiones que redunden en beneficio de los vecinos. Sara Hernández recibe a GETAFE CAPITAL en ese despacho, con los primeros papeles sobre la mesa, las primeras decisiones a tomar como alcaldesa de Getafe.
¿Cómo han sido estas primeras horas después de la sesión de investidura, cómo lo has vivido?
Con normalidad. A las pocas horas de tomar posesión, tras el rato familiar de la comida con mis amigos y mis personas más cercanas comenzamos por la tarde con actos. La fiesta del espárrago en Perales, la celebración de una asociación del municipio que cumplía ya 7 años, entregas de trofeos de diferentes ligas o asociaciones y entidades deportivas… Ha sido una vorágine frenética, pero con más ilusión: la gente se acerca, te da la enhorabuena, te da muchos ánimos. Vuelvo a detectar esas ganas de cambio que se fraguaban; la ilusión es permanente. Los vecinos te lo dicen: “Ya era hora. Hazlo bien, por favor Sara. Confiamos en ti, no nos defraudes”. Supone una gran responsabilidad por mi parte, pero también muchas ganas de estar a la altura de este grandísimo cargo que los vecinos y vecinas de Getafe han querido otorgarme.
¿Te lo crees, te ha dado tiempo a asumirlo?
He tenido poco tiempo para pensar de manera personal y recapacitar, pero en cualquiera de los casos es algo normal. Quiero desmitificar el cargo de alcaldesa o de concejal: somos unos vecinos más, que temporalmente ocupamos un cargo para ejecutar políticas públicas en beneficio de los vecinos de Getafe. Esta mañana he salido de mi casa de manera normal, me he venido en mi coche particular al Ayuntamiento, y seguimos trabajando como cualquier otro día.
Ya hay cambios.
Hay cambios absolutamente visibles. Todos los vecinos somos iguales, por lo tanto ni coche oficial, ni escoltas. Getafe es una ciudad tranquila, y aunque estamos trabajando para tener una mayor presencia policial en las calles, el día a día transcurre con total normalidad. Y la policía tiene que estar al servicio de la ciudadanía, no de la alcaldesa por lo tanto los escoltas ya están integrados en la plantilla de policía para realizar sus funciones ordinarias. Y ya se ha cerrado el acceso privilegiado que tenía el alcalde y su equipo de Gobierno que entraba al Ayuntamiento por una puerta independiente del resto de vecinos y concejales de la oposición. Ese policía que vigilaba ya está realizando otras funciones en beneficio de la mayoría de vecinos.
¿Y se han comenzado a abrir los cauces de participación?
Hemos estado planificando para que se convoquen en las próximas semanas los consejos de barrio, las estructuras de participación para que las líneas estratégicas de la ciudad las decidamos entre todos. Y estamos gestionando con la Concejalía de Educación y de Servicios Sociales la apertura de los comedores escolares porque esta es la última semana de colegio, y tenemos que ir corriendo para poder llegar y que ningún niño de Getafe pase hambre, para garantizar al menos una comida digna a tantas familias que lo siguen pasando muy mal en nuestra ciudad. Junto a ello esta mañana he hablado con el jefe de la policía para desplegar la policía de barrio, que patrulla a pie, que vaya andando, que atienda a los vecinos, a los comerciantes, y general que sea un verdadero servicio publico. El cambio se produjo el día 13, pero en políticas concretas ya se empieza a ver de forma visible.
¿Cuál ha sido el primer expediente que has pedido?
La licencia de primera ocupación de la parcela A5 de Los Molinos. Queremos que la situación se resuelva lo antes posible. (Unas horas más tarde, ya había firmado la documentación).
Durante estas semanas de incertidumbre desde las elecciones, ¿has temido que no se llegara a un acuerdo con Ahora Getafe?
Había momentos de mayor y menor tranquilidad, pero en general, lo he vivido con serenidad. Tanto Ahora Getafe como IU, los dos partidos que han ofrecido su apoyo para mi investidura tenían que establecer sus líneas. Muy bien lo dijo Vanessa Lillo en su discurso del día del Pleno de constitución cuando aseguraba que el apoyo a Sara Hernández no es un cheque en blanco: ni ellos querían ni yo por su puesto iba a aceptar ese cheque en blanco, aquí estamos cambiando los roles de la vieja política para que el cambio sea real. Una nueva transición en la que somos protagonistas los hombres y mujeres de mi generación. Su papel ha sido el adecuado en democracia y el papel que a mí me correspondía como fuerza más votada de la izquierda también.
¿Las condiciones que han impuesto han sido demasiado duras?
No, han cumplido su papel de oposición. Queremos cambiar y que el cambio sea visible y real. Cualquier acuerdo merecía la pena con tal de poder ejecutar en Getafe políticas progresistas y de izquierdas, que coloquen al vecino y sus problemas en el centro de la agenda política y cualquier acuerdo ha merecido la pena con tal de decir a la derecha basta ya. Y que estos tristes cuatro años sean producto de un pasado que esperamos olvidar lo antes posible.
¿Es posible que Ahora Getafe que en la actualidad rechaza entrar en el gobierno cambie de posición?
Eso es aventurar. Ahora Getafe, IU y PSOE hemos hablado de ir progresivamente y hablándolo todo. Va a ser la legislatura del diálogo porque así nos lo han dicho los vecinos. Somos 16 concejales de izquierdas pero obligados a hablar permanentemente, a entenderos, a discutir porque para eso somos formaciones políticas diferentes. Cualquier cosa que se tenga que ver del futuro, el dialogo será la línea trasversal.
¿IU entrará en el Gobierno?
Esa oferta está realizada no solo a IU sino también a Ahora Getafe, que lo descartó. Con IU estamos trabajando en esa línea pero no podemos a día de hoy concretar nada. Hasta ahora todas las conversaciones han sido de cara a la investidura.
El Gobierno hay que formarlo ya.
Estamos ultimándolo. Lo estamos haciendo con todos los concejales de común acuerdo, me siento con ellos y les pregunto en qué papel se ven en base a su experiencia, a su currículum… aquí no hay ninguna oposición ni orden ni mando, sino consenso.
¿Os esperáis sorpresas cuando abráis cajones y levantéis alfombras?
Frente a un Juan Soler que solo quería el revanchismo frente a etapas progresistas de gobierno, has visto la diferencia. Nuestra primera ocupación: policía de barrio que patrulla a pie, apertura de comedores escolares y estructuras de participación. Hacer auditorias es necesario, pero no es lo más perentorio que necesita Getafe. Getafe necesita empleo y bienestar social, acabar con las desigualdades. Luego haremos una auditoria que simplemente nos dé a los vecinos la posibilidad de conocer la gestión real de Gobierno. Pero no con ánimo de revanchismo, esa etapa ya ha pasado y le vamos a dedicar el menor tiempo posible, simplemente para que los vecinos puedan saber qué ha hecho Juan Soler con el dinero público.
Te tendió la mano en la investidura.
Y yo le acepté esa mano. Tiene que haber una relación institucional. Pero Juan Soler va a notar el cambio, porque ese punto de superioridad con el que ha tratado siempre a la oposición no lo va a ver en mí. Va a haber una relación fluida con los otros grupos municipales del Ayuntamiento. Ese punto de imposición, de prepotencia y superioridad no va a existir. Estamos hablando de cambio, estamos hablando de humildad y de verdadera vocación de servicio público.
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