La Blanca Paloma sufre bajo el calor

Jinetes, caballos, romeros, carrozas… La Romería Rociera de la Casa de Andalucía llenó el Cerro de los Ángeles de música  y color… a pesar del calor que agobiaba a los presentes y que «se notó en la afluencia de gente». A pesar de todo, la participación fue mucha y en el Cerro se dieron cita «más de 300 caballos» de las 80 asociaciones que participan en esta cita ineludible, cuenta Luis Grisolía, presidente de la Casa.

La Blanca Paloma subió en romería hasta lo alto del Cerro, donde acamparon los romeros y donde la fiesta se prolongó hasta bien entrada la madrugada, en que la imagen fue circulando de agrupación en agrupación para finalizar cantándole en el escenario la consabida Salve.

Al final, a lo largo del fin de semana y en diferentes momentos «se pudieron congregar más de 60.000 personas». Durante toda la jornada, grupos rocieros se alternaron en el escenario y el reguero de gente que subía hasta el Cerro no cesaba, gracias a la línea de autobuses que se habilitó para dar servicio a todos aquellos que querían participar de la fiesta.

No se ha acabado de saborear la fiesta que ha supuesto este trigésimo aniversario de la Romería, y ya se piensa en la siguiente. «Tenemos que plantear el problema del aparcamiento, porque los polígonos industriales circundantes no daban ya más de sí». Para buscar soluciones, hay un año por delante, ahora solo queda saborear el regusto que ha dejado las sevillanas, las rumbas, el vino y la fiesta sana que cada año trae esta celebración.