En una negociación hay que ceder, hay que apretar para ver el límite del rival sin tensar la cuerda demasiado para que no se rompa, hay que dar una de cal y otra de arena, acercarse a la línea de enfrente y a la vez mantener posiciones; no es tarea fácil y lo más sencillo es cometer errores. Las tres horas que compartieron los representantes de PSOE y Ahora Getafe fueron la primera toma de contacto para un acuerdo al que ya empieza a pesarle la cuenta atrás: apenas quedan seis días para que se vote la investidura.
Parte de la conversación que mantuvieron se ha hecho pública a través de un vídeo colgado por Ahora Getafe que recoge «por problemas técnicos» apenas un tercio de la negociación. Y gran parte al menos de ese tiempo se dedicó al asunto de los sueldos de los concejales. Dentro del capítulo 1 de personal el de los cargos públicos es un porcentaje ínfimo del presupuesto anual. Postureo.
Faltó fondo en la conversación. Elucubraciones banales y políticas de la situación actual, interpretando el sentido del voto ciudadano y de las razones que han llevado a cada cual a depositar una papeleta. Es arrogante, cuando no pretencioso valorar qué pensaba cada ciudadano cuando eligió una u otra opción. Y al margen de las tendencias, de crecimientos inesperados, de desplomes previsibles… las cifras son las que son. El resto vuelve a ser postureo.
En las formas se equivocó el PSOE al nombrar a Cristina González como una de las interlocutoras de la conversación. Sabiendo como se sabía de la animadversión que despertaba su situación judicial en la asamblea de Ahora Getafe, que había pedido su cabeza incluso antes de saber que sería una de las interlocutoras, parece un error de bulto sentarla para negociar. Tres días ha tardado Ahora Getafe en reaccionar, más allá de las críticas internas realizadas: en un comunicado hecho público el domingo aseguraban que «parece del todo inaceptable reconocer como interlocutora válida a Cristina González, por lo que solicitamos su no inclusión o sustitución como requisito indispensable para proseguir las negociaciones». Curioso que no tuvieran problema en sentarse durante tres horas a debatir.
Y luego está el fondo. Donde el único que parece haber hecho los deberes es el partido socialista. Ha trasladado tanto a Ahora Getafe como a Izquierda Unida la línea estratégica de actuación, recogiendo las peticiones realizadas por el movimiento ciudadano impulsado por Podemos. 18 puntos donde se concretan las líneas a seguir. El último de los puntos es el respaldo a la fuerza mayoritaria de la izquierda en la sesión de investidura del próximo día 13 de junio, con lo que Sara Hernández sería la nueva alcaldesa.
Pero antes se ennumeran «propuestas irrenunciables: un Plan para el Empleo y un Plan contra la Pobreza y la Exclusión Social”, que defiende Hernández. En estos ámbitos clave, los socialistas exponen medidas específicas como el impulso de la formación para desempleados, sobre todo en el sector aeronáutico, o ayudas que beneficien la creación de nuevos negocios. También apuestan por fortalecer la teleasistencia y la ayuda a domicilio, el desarrollo de la Ley de Dependencia, recuperar los educadores y trabajadores sociales de los barrios y convertir a Getafe en una ciudad libre de desahucios.
La mayoría de demandas expuesas por Ahora Getafe en lo que se refiere a transparencia en la gestión y la participación, estaban ya contempladas en el programa socialista, pero se detalla en estos puntos el fortalecimiento del papel del Pleno, la revitalización de todos los órganos de participación o la transparencia en los procedimientos de contratación. Sí se estudiará la posibilidad de salir de la Ley de Grandes Ciudades, además de realizar una auditoría ciudadana que ofrezca a los vecinos un diagnóstico de la situación real del Ayuntamiento, las empresas públicas y de la gestión realizada.
La propuesta enviada señala expresamente que no se llevarán a cabo nuevos desarrollos urbanísticos. «El desarrollo municipal se basará en la rehabilitación de los barrios y en la reutilización de lo ya construido de acuerdo a las nuevas necesidades sociales», explican desde el PSOE.
Otras medidas incluyen el compromiso de renunciar al coche oficial y a los escoltas, de eliminar las tarjetas bancarias para gastos de representación y los gastos de protocolo y locomoción que no sean imprescindibles, publicando las facturas mensualmente para que los vecinos los conozcan. Al mismo tiempo que reiteran su compromiso de reducir al mínimo imprescindible los cargos de confianza y adecuar las retribuciones de los cargos públicos con criterios de austeridad y proporcionalidad. No se adquiere ningún compromiso concreto al respecto.
Además «de las diferentes líneas estratégicas, proponemos al resto de formaciones una comisión de seguimiento en la cual podamos reunirnos de forma periódica para evaluar las políticas desarrolladas y planificar las futuras”, ha concluido Hernández.