La ola de calor parece haber afectado a los dirigentes federales del PSOE que se han lanzado a una carrera veraniega para con ‘cuasi agosticidad’ y alevosía, elegir la dirección de la federación madrileña. La cita, inesperada en pleno mes de julio (el congreso será el día 31), ha cogido por sorpresa a los 15.000 militantes madrileños, muchos de ellos jubilados y ya de vacaciones. No parece la fecha más propicia para hacer un congreso participativo, sino más bien un golpe de mano de quienes mandan para controlar un proceso con la vista puesta en lo que pueda pasar tras las generales. Parece que el PSOE está pensando más en componer un puzzle a medida de Pedro Sánchez que en las auténticas necesidades de una federación tan problemática como el PSM.
Y en medio de este despropósito de convocatoria aparece un nombre propio, el de la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, que ya ha oficializado su precandidatura y comienza la recogida de avales, el 10% de los militantes, unos 1.500. Junto a ella también ha dado el paso el diputado Juan Segovia, que ha aprovechado para señalar que un cargo de la importancia de la secretaría general del PSM no puede compatibilizarse con la Alcaldía de una ciudad de la envergadura de Getafe.
Sin dudar de la capacidad reconocida de trabajo de Sara Hernández para asumir ambas responsabilidades, el momento elegido no parece el más propicio con un Ayuntamiento aún en construcción, con un Gobierno en minoría y tras cuatro años de Gobierno del PP que han destruido el normal funcionamiento del Consistorio así como todos los cauces de participación que están en proceso de reconstrucción. El equipo de concejales de Gobierno (exiguo, apenas son 9, 8 de ellos del PSOE y con la alcaldesa con delegaciones propias) tampoco tiene experiencia en la gestión del Ayuntamiento y están sobrepasados en estos primeros compases de la legislatura en los que hay que sentar las bases de lo que será el Gobierno. Es Sara Hernández la que está liderando hasta el momento todo lo que se está haciendo. Si la referencia se desdibuja, ¿qué será de Getafe?