Ya no habrá posibilidad de rehabilitación. El polideportivo San Isidro, como ya había previsto el Gobierno del PP, ha comenzado a ser demolido tras cuatro años cerrado al público y ocasionando frecuentes incidentes por la presencia de vándalos en el interior. El coste de la demolición es de 100.000 euros y se ejecutará en menos de tres semanas.
De esta forma, se cierra el capítulo de un centro deportivo que ha sido referencia en atletismo y cuyas últimas reformas no se habían realizado correctamente, ocasionando problemas en la pista de atletismo. El Gobierno de Juan Soler decidió cerrarlo al público y finalmente no se presentó un proyecto alternativo a esta instalación, que ahora se desploma bajo las máquinas.
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