«Se piensan que esta plaza no la utiliza nadie, que tienen que quitar los espacios abiertos porque aquí andamos a navajazos»; «quieren quitarnos el espacio para que jueguen los niños». Eran algunas de las frases que se oían en la asamblea urgente que se convocó en la tarde de ayer en la plaza Tirso de Molina para explicar a los vecinos las inminentes obras que van a dar comienzo en este espacio.
Más de 488.000 euros (sin incluir IVA) se van a destinan a la remodelación de una plaza llena de vida y donde los niños juegan habitualmente. GISA es la responsable del proyecto dentro del Plan Urban. «El proyecto recoge ampliar la fuente, e incluir un montón de elementos decorativos que van a impedir que la plaza se utilice como hasta ahora: no quieren que nos reunamos, que nos juntemos, quieren que sea únicamente un lugar de paso». Una decena de árboles artificiales ocuparán parte del espacio diáfano donde ahora los niños juegan con las bicis o al fútbol. «¿Árboles artificiales? ¿Estamos locos, o qué? Es una aberración», decía otro vecino.
Lo más sangrante para los más de dos centenares de personas que se dieron cita en la plaza Tirso de Molina es «la falta de información que hemos tenido. Nadie nos ha dicho nada, no se ha consultado las necesidades de los vecinos que usan la plaza. Es verdad que hace falta una remodelación, pero nadie nos ha preguntado cómo». No están dispuestos a renunciar a su plaza. Y los bares circundantes, que ven cómo la temporada de terrazas se les va al traste con las obras que al menos durarían tres meses, les apoyan.
La primera cita será el próximo lunes, a partir de las 6 de la tarde. Están citados en la misma plaza y no descartan acercarse hasta el Ayuntamiento para mostrar su rechazo. «No vamos a dejar que entren aquí las máquinas», advierten. De momento, ya han comenzado a elaborar carteles para mostrar su descontento con la decisión.
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