“Hemos ido evolucionando y queremos ir cada vez a más”

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La Coral Polifónica de Getafe sigue en busca de la perfección tras 27 años en activo

Ópera, jazz, góspel y hasta música cubana. La Coral Polifónica de Getafe, tras 27 años siendo un referente de la localidad, puede enfrentarse a cualquier estilo musical que les permita demostrar su talento vocal. En activo desde 1988, este coro ha recorrido desde los escenarios más pequeños de centros cívicos o casas regionales hasta los más grandes de Argentina o Italia. Sin embargo y pese a la gran experiencia que les acompaña, la incertidumbre respecto a sus actuaciones les sigue llenando de cierto nerviosismo. “El 11 de abril clausuramos el Festival de Música Antigua y Sacra”, explica su director Carlos Díez Martín, “y esperamos que salga bien, porque la Catedral es un escenario complicado”.

Cerca de 86 voces forman a este grupo coral, y cada vez son más pese a las dificultades de selección. “A las audiciones cada vez se presenta más gente”, detalla su director. Gente mucho más preparada, con mejores voces y mucha ilusión llega a las pruebas de selección de este coro para formar parte de sus filas. Un proceso que pasa por una prueba de vocalización, la preparación de una obra dada por la Coral y la de una de libre elección. “Se valora que tengan conocimientos musicales”, cuenta, “y últimamente casi todos los que vienen tienen muchos porque o son alumnos de la Escuela de Música o llevan cantando muchos años en otros sitios”. Eso, asegura, hace que “suba el nivel” y provoca que sea “un poquito más difícil entrar” a su coro, pero sin embargo en sus filas cada vez suenan más voces.

La calidad es algo que ha ido creciendo a lo largo de los años. Recuerdan sus comienzos como unos inicios muy difíciles hasta la consolidación de un coro de su nivel. Muchos años llenos de “muchos altibajos”, cuenta Díez sobre los 27 de vida de la Coral. “Hemos ido evolucionando”, asegura, “y queremos ir cada vez a más, tener retos más interesantes. Es la única forma de mantener la motivación”. No quieren caer en la monotonía, los proyectos más difíciles son los que más les animan a buscar la perfección, aunque eso sin embargo Carlos Díez lo ve lejano. “Tenemos mucho que mejorar”, insiste, “pero intentamos que cada uno de los programas sea un poquito más especial”.

Por eso, después de tantos años ninguna pieza representada es superior a otra. A Carlos Díez lo que ha conseguido llevar a la Coral hasta donde está es “el trabajo de la gente”. “Son los que hacen posible que esto salga adelante”, cuenta, y un camino difícil como es el suyo se consigue recorrer con “la ilusión de la gente, y yo intento ilusionarme e ilusionar a la gente, que valoren cada proyecto”.

Final de curso por todo lo alto
Encuentros entre corales y talleres de música cubana. La variedad es una de las claves de este coro, y así lo demuestra su fin de agenda 2015. “En mayo tenemos el encuentro entre corales, en el que nos juntamos con algún coro de fuera de Getafe. Es una manera de compartir con los coros lo que hacemos”, explica Díez. Este año será el grupo coral de Aranjuez el que se una al local en el Hospitalillo de San José. Una actuación de repertorio libre que dará paso a la de música cubana que tendrá lugar durante los días 27 y 28 de junio en el Conservatorio de Getafe y que tanto contrasta con las piezas típicas de un coro. “Los talleres de música vocal tienen mucho éxito”, cuenta el director, “son abiertos al público, puede participar quien quiera”. El año pasado fue música góspel, este año el giro les lleva hasta las raíces cubanas bajo las pautas del director Enrique Filiú O´Reilly. Todo el mundo podrá asistir, y se clausurará con un concierto para familiares que pondrá fin a un curso 2014/2015 para el recuerdo. Carlos Díez asegura tener “muchos proyectos para el año que viene”, y aunque todo se trata de un proceso lento, la Coral nunca deja de sorprender, siendo más que una garantía de éxito.

El reto se llama Requiem
Clausurar un festival como es el de Música Antigua y Sacra conlleva mucha responsabilidad, pero esta aumenta aún más si se decide hacer con el Requiem de Mozart. “Llevamos dos meses preparándonos solo esta actuación”, asegura el director. “Empecé dando lecturas de algunos números en septiembre, para que tengan constancia de lo importante que es la obra, pero luego hemos ido poco a poco”. Pese a la magnitud e historia que guarda el nombre de la pieza, el director insiste en que “es una obra más”, pero desde dentro saben la complicación que supone representar este Requiem. “A la gente le motiva, le da ganas de estudiar”, confirma, “pero a mí me da mucho respeto, hasta ahora no creía que estuviésemos preparados para hacerla”. Gente nueva (17 incorporaciones el último año al coro) y la búsqueda de una motivación que les mantenga en lo alto cada año han sido algunos de los límites que la Coral ha sobrellevado a la perfección para estar el día 11 de abril en la Catedral. “El Requiem es una obra difícil, y esperamos que salga bien”.

Yaiza Díaz - Periodista Grupo Capital