Las elecciones andaluzas se habían convertido en el laboratorio de ensayos de lo que cabía esperar de cara a las municipales y después en las generales. ¿Sería capaz el PSOE de mantener el tipo? ¿Realmente Podemos arrasaría? ¿El votante del PP seguirá siendo tan fiel? ¿Qué ocurriría con formaciones como UPyD y ahora Ciudadanos? ¿IU está tan mal como parece? Los primeros comicios de 2015 han despejado algunas de estas dudas y han dejado respuestas rotundas, que aunque no pueden ser extrapoladas al conjunto nacional, sí marcan tendencias.
Susana Diaz ha ganado. Sin peros. En el momento de mayor crisis del bipartidismo en España, el PSOE ha conseguido el mimo número de diputados que en los últimos comicios regionales (47). No le afecta la irrupción de Podemos, que a pesar de conseguir un meritorio resultado (15 diputados) no es la alternativa de gobierno que vende públicamente.
Mariano Rajoy sabía de la importancia de estas elecciones, y por ello durante la campaña se volcó en tratar de paliar el desconocimiento que existía sobre su candidato. Andalucía se convirtió en una cuestión personal, y como tal la derrota sin paliativos del PP es también la derrota personal del presidente nacional. Ha caído estrepitosamente y de ganar las elecciones hace tres años ha pasado a perder 17 diputados y quedarse apenas con 33 en 2015. La preocupación es ya patente en el seno de los populares que no esperaban tanto castigo.
Preocupación también hay en Izquierda Unida que confirma su caída. Es engullida por las nuevas fuerzas emergentes y pierde más de la mitad de sus diputados. A duras penas ha conseguido mantener grupo parlamentario tras alcanzar los 5 diputados. No es vital para conseguir mayorías y se deshincha por momentos.
Quien se ha desinflado completamente es UPyD que confirma lo que ya decían las encuestas: ha dejado de ser una opción para los ciudadanos. El partido de Rosa Díez no ha conseguido representación y parece abocado a una espiral negativa. Todo lo contrario que Ciudadanos que ha sabido canalizar el descontento en ese centro que pretendía ocupar UPyD y es la gran sorpresa de estas elecciones, con 9 diputados.
En total, cinco fuerzas se medirán en el Parlamento andaluz. Susana Díaz ya ha adelantado que su intención es no entrar en acuerdos de Gobierno con nadie. La única unión que podría superarla en escaños es la de Podemos con el PP: imposible. El resto será arquitectura matemática para sacar adelante los acuerdos puntuales que necesite.