El Club de Montaña Getafe busca de nuevo su consolidación tras evitar la desaparición
40 años dan para mucho, hasta para vivir una crisis tan severa que lleve a una entidad como el Club de Montaña Getafe a cuestionarse su actividad. Tiempos difíciles, generaciones que avanzan, cambios de directivas y otros problemas del día a día estuvieron a punto de acabar con la existencia de una entidad pionera en Getafe. La labor de Luis Aguado y otros compañeros aficionados al deporte de montaña hicieron posible que en 1971 naciese este club que se consolidaría tres años más tarde y que ha perdurado en un alto nivel de actividad hasta la década de los noventa. “Hacíamos actividades, actos divulgativos sobre el deporte… había mucha gente joven y muchos amigos”, recuerda el propio Luis Aguado, secretario actual del Club de Montaña Getafe.
Sin embargo el tiempo pasa, y esa gente joven va creciendo, y los cambios de directiva no ayudan a una entidad que hace tres años estuvo a punto de desaparecer. A ello se le añade algo que por desgracia abunda en la actualidad: los problemas económicos. “Vivimos a base de las cuotas de la gente, que son 10 euros anuales”, explica, “el Ayuntamiento nos daba subvenciones en un inicio, pero ahora con motivo de los recortes se dan muy pocas”. Algo que dificulta el crear cursos, organizar escapadas o viajes para realizar una actividad que no es sin duda alguna barata. “Cada socio que tenemos asume el pago de su licencia en la federación”, comenta, “que es 45 euros a nivel autonómico y 109 con salidas internacionales”. Altos costes que no solo se centran en el pago de una cuota o una licencia. Los costes en el material, en el desplazamiento y lo que supone el abarcar tantas modalidades que van desde el senderismo al esquí de montaña provocan que los gastos aumenten.
Detalles que dificultan la salida adelante de un club que además tiene un objetivo claro. “Hay que retomar la actividad con gente joven”, explica Aguado, “el club lo hemos recuperado entre veteranos y los más jóvenes, pero son ellos los que han de coger las riendas”. Eso es algo que desde el manejo de la entidad tienen claro, siendo conscientes también de las dificultades que supone. “La moda ahora es el rocódromo”, afirma el secretario, “y los pocos que están en clubs como este es porque les pagan la licencia. Los rocódromos son una buena manera de iniciarse para los que no tienen dinero, sobre todo los jóvenes”. Es por eso que desde el Club de Montaña Getafe buscan la manera de atraer gente y aumentar su cifra de socios, que ahora se mantiene en 76 personas. “Hacemos cursos, el año pasado teníamos un calendario con una salida por mes”, recuerda, “estas excursiones se tratan de forma colectiva, aunque luego no lo son, solo una a la Pedriza contó con 25 personas”. Luis Aguado destaca en cambio pequeñas salidas individuales o de máximo 5 personas que se realizan en vacaciones y que mueven la imagen del club alrededor de los lugares más importantes de la escalada.
Pequeños problemas que hacen que la situación del Club de Montaña Getafe se haya visto en peligro pero que sin embargo llena de ganas e ilusión a sus miembros. “Me va la marcha”, comenta entre risas el propio Aguado cuando se recuerda no solo fundando esta entidad, sino recuperándola tres años atrás. No son ambiciosos, asegura, y su actividad se centra ahora en recuperar la historia del club, consolidarlo como lo que un día fue, y seguir poco a poco pero a paso firme hasta llegar a la cima a la que pertenecen y de la que nunca han querido bajar.
Cuarenta años en la cima
Porque sobre todo en los malos momentos es cuando se ha de estar unidos. El Club de Montaña Getafe celebró el pasado viernes 27 de febrero su 40 aniversario rodeado de todos aquellos que han dado vida a esta entidad y que a día de hoy han permitido cumplir cuatro décadas en activo. Un evento en el que se pudo disfrutar de una selección de 350 imágenes que recorrían toda la trayectoria, escapadas y actividades de un club mítico de Getafe desde su nacimiento hasta ahora. “Ha sido una tarea dura”, explica Aguado, “hemos tenido que recuperar imágenes desde 1974 y otras tantas actuales, el 80% de ellas han tenido que ser escaneadas para poder proyectarlas”. Pero no hay nada que se les resista, y cerca de 80 personas acudieron al evento conmemorativo. “A todos les gustó mucho”, asegura el propio Aguado, “la crítica ha sido bastante buena y estoy muy contento con el resultado”.
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