El asesinato de un aficionado del Depor en una pelea multitudinaria en los aledaños del Vicente Calderón antes del partido que les enfrentaba al Atlético de Madrid, ha puesto en el disparadero a los ultras. La Comisión Antiviolencia, reunida de urgencia, ha propuesto la elaboración de un listado de estos grupos «para tomar la determinación de expulsarlos de nuestros estadios», aunque no sería de forma inmediata.
Nadie puso en marcha medidas de previsión ante la quedada que se había convocado por las redes sociales y el partido fue calificado de «bajo riesgo». El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez asegura que «no existían elementos objetivos que permitiesen prever acontecimientos como los que tuvieron lugar ayer».
Hay 21 detenidos, de los que 12 son miembros del grupo ultra Riazor Blues, 6 del grupo ultra Frente Atlético, 2 de los Bukaneros del Rayo Vallecano y otro del Alcorcón. Además, la Policía identificó a otras 90 personas.