Cuenta atrás para la San Silvestre

Mañana 31 de diciembre, Getafe celebra la XXXIII edición de la San Silvestre. Una carrera popular en un ambiente familiar, deportivo y festivo antes de despedir el año. Para esta edición, se intentará llegar a las 1.700 inscripciones que se registraron en 2013.

La peña PCEros, en colaboración con el Ayuntamiento de Getafe, es la encargada de organizar este evento, que discurrirá por el centro de la localidad en un circuito de 10 kilómetros. Para premiar a mayor número de personas y adaptarlo a todos los niveles, se han establecido categorías de veteranos, absoluta, cadete e infantil. El premio para los ganadores de las categorías absolutas será de 30 kilos de langostinos o de gambas para el hombre y la mujer que atraviesen la línea de meta en primera posición. La salida se efectuará a las 11.00 desde la Avenida de España.

El recorrido es el habitual con salida en la avenida de España para pasar por la avenida de Don Juan de Borbón, calle Arces, avenida de Rigoberta Menchú, avenida de la Rabia, avenida de España, calle Comadrona Asunción Fernández, prolongación de la calle Capitán Haya, avenida Juan de la Cierva, glorieta Coronel Polanco, calle Arboleda, calle Hospital de San José, calle Madrid, glorieta de Victoria Kent, carretera de Villaverde, avenida de Don Juan de Borbón y avenida de España.

Todos los participantes serán obsequiados con una bolsa del corredor junto con el tradicional caldo casero que ayudará a combatir el frío.

El Plan Especial de Movilidad prevé cortes de tráfico, a medida que avance la carrera e incluye medidas especiales en la avenida de España entre las 10.00 y las 13.30 horas quedando cortada la mayor parte del tiempo. Además, quedará prohibido el estacionamiento en algunos tramos de la avenida de España entre la calle Alicante y la avenida Don Juan de Borbón.

En la pasada edición se inscribieron 1.700 personas, cifra que será superada en esta edición en que están apuntados más de 2.000 corredores. El año pasado finalizaron la prueba 1.643 participantes y solo hubo 57 abandonos.

En definitiva, una jornada lúdico-festiva que tuvo el deporte como protagonista, pero también como excusa para cerrar el año por todo lo alto. Fue hora de sacar el calzado deportivo del armario, como las botas de Campz, después de que para algunos estuviesen largo tiempo sin usar.