He recibido su carta, que le agradezco, y, con todo respeto, me voy a permitir contestarla.
Dice usted que su objetivo ha sido “mejorar Getafe y la calidad de vida de los getafenses”. En cuanto a mejorar Getafe habría que aceptar que es cierto si se considera que ello consiste en lo aparente, en lo meramente decorativo u ornamental porque, ¿en qué ha mejorado la calidad de vida de los getafenses? No parece que ese objetivo se haya cumplido cuando el número de personas sin trabajo en nuestra ciudad ha aumentado desde que usted asumió el cargo y el nivel de pobreza también, de acuerdo con los datos que nos dan organizaciones fiables en ese terreno como son Cruz Roja y Cáritas.
Inmediatamente se refiere a los Presupuestos Municipales de 2015 y dice que apuestan “por las políticas sociales, dinamización de la economía, fomento del empleo y mejora de la ciudad. Son los presupuestos más equilibrados y sociales de la historia de Getafe”. En mi opinión, los políticos deberían ser un poco más humildes al hablar de sus logros o propuestas y darnos a los ciudadanos información en lugar de propaganda. Información, al menos para mí, sería que proporcionara usted los datos en cuanto a cómo se ha gastado el presupuesto anterior; sustituya usted las promesas que dice que la oposición le impide realizar por los datos reales, con cifras contrastadas, en cuanto a lo gastado y dejado de gastar en los presupuestos de 2014. Es la única forma en que podamos medir el grado de credibilidad que podemos dar a sus promesas, formar la propia opinión y actuar en consecuencia; además de que es la manera de tratarnos a los ciudadanos como tales, no como votantes ignorantes a los que se les envía una carta publicitaria en vísperas de las elecciones.
Porque, en el listado que viene después de cosas que, según usted, se quedarán sin hacer porque la oposición, con su rechazo, lo impide, hay algunas que ya estaban en los presupuestos anteriores y se quedaron sin hacer habiendo dinero para ello; es decir, en la ejecución del presupuesto anterior han quedado partidas sin gastar total o parcialmente, sobre todo en aspectos sociales. Lo que sólo es posible por una de estas dos razones: falta de voluntad política, es decir, engaño premeditado al prometer lo que no tiene intención de hacer, o incapacidad para gestionar los medios que los ciudadanos ponemos a su alcance, esto es, nuestro dinero. Elija usted la que crea mejor, a mí cualquiera de las dos me parece muy mala; cualquiera de las dos es suficiente para descalificarle a usted y a su equipo, la primera como políticos, la segunda como gestores.
Otro punto de su carta al que me quiero referir es la culpabilización que arroja sobre la oposición. Sería cómico si no fuera tan grave y tan incierto. Dice usted que el PSOE e IU han intentado frenar el desarrollo de Getafe al negar la aprobación a sus presupuestos; mire, los que conocimos Getafe en los años 70 y primeros 80 del siglo pasado sabemos muy bien quien ha hecho que aquel pueblo (entonces sí, pueblo) pobre, de calles embarradas, sin apenas servicios, al que se llegaba por una mala carretera de un solo carril por sentido, pasara a ser la ciudad que hoy es con colegios, institutos, Universidad, hospital, polígonos industriales, transportes de todo tipo, etc. Sabemos, repito, quien hizo posible, con la gente, el desarrollo de esta ciudad mientras su partido y otros no tenían presencia significativa en ella; no tuvimos necesidad de esperar la llegada de usted y su partido para hacerlo. También sabemos que los partidos que gobernaron durante esos años e hicieron todo eso, cometieron errores importantes que han hecho posible que usted sea hoy alcalde pero no se engañe: no es usted alcalde por méritos propios, su partido no está gobernando Getafe porque se lo haya ganado; el PP y usted gobiernan actualmente nuestra ciudad debido a los mencionados errores de los otros partidos que, además de equivocarse mucho, hicieron posible, como ya he dicho, que esta ciudad sea lo que hoy es y que sus habitantes podamos enorgullecernos.
En cuanto a la falta de apoyo de UPyD, ese partido y usted sabrán qué es lo que le prometía en años pasados para que votara a favor y lo que ahora ha dejado de cumplir para que ya no lo haga. Aunque no deberíamos perder de vista la cercanía de las próximas elecciones que quizá obligue a ese partido a alejarse de quien ve perdedor y buscar posiciones más confortables.
Finalmente, por favor, no insulte la inteligencia de los getafenses. Su penúltima frase debería avergonzarle:”Soy tu alcalde y solo pienso en el pueblo”. Si eso es así, ¿por qué no paga usted (y parte de su equipo) impuestos en Getafe? ¿Por qué se va usted a comer y cenar a Madrid a costa del dinero de los getafenses? ¿Por qué no nos defiende en la Asamblea de Madrid de la que es diputado? ¿Por qué no ha renunciado a ese puesto de diputado para dedicar todo su tiempo a nuestra ciudad?
Usted aterrizó en Getafe porque así lo dispuso su partido, no por su deseo de servirnos a los getafenses, seguramente con la idea de que si obedecía y cumplía el mandato recibido obtendría futuras prebendas partidarias. Por eso, seguramente pensó que bastaría con aplicar a rajatabla las políticas que marcara la dirección del PP y, a ser posible, ser ejemplar en ello; se ha comportado usted como un buen subordinado al que la central mandó como jefe de una sucursal de la periferia, en la que sólo está de paso, al que sólo le interesa presentar unos buenos resultados para estar bien considerado por los que más mandan y volver, lo antes posible, a su lugar: el barrio de Salamanca. Probablemente por eso nos ha despreciado, no se ha preocupado de contactar con la gente de aquí, con sus asociaciones y grupos de todo tipo que forman el entramado social de Getafe y son la verdadera riqueza de nuestra ciudad, pero que usted no ha querido conocer como no conoce siquiera el 80% de sus calles.
Señor alcalde, váyase en buena hora. Deje de ningunearnos y de insultarnos. Los getafenses hemos sabido gobernarnos hasta ahora, mejor o peor, sin necesidad de que ningún partido mande delegados foráneos que sólo buscan medrar a nuestra costa. Y la próxima vez que nos mande una carta, por favor, que sea para despedirse.
Respetuosamente
Antonio Calvete