Turbidez alta, concentración elevada de ion amonio y nitritos… En definitiva, ¿alguien sería capaz de beber este agua? Es la calidad del líquido que circula por el edificio consistorial, un problema que ha denunciado UPyD y que «se conoce desde 1997, pero en 17 años ningún gobierno ha adoptado medidas efectivas para solucionarlo. Ni siquiera ha advertido a los usuarios mediante carteles de esta circunstancia», explican desde UPyD. Lo cierto es que este es el aspecto que presentaba hoy el agua del Ayuntamiento. Y es la tónica general muchos días.
En los últimos documentos remitidos a UPyD se constata que el Laboratorio Municipal emitió distintos informes desde 1997 hasta 2004 avisando de en algunas de las muestras tomadas “ciertos parámetros (turbidez, ion amonio y nitritos) sobrepasaban las concentraciones máximas admisibles que contempla la reglamentación técnico-sanitaria para el abastecimiento y control de la calidad de las aguas de consumo”, así como que algunas muestras “carecían de cloro” y que “los niveles de hierro fueron superiores a los obtenidos en muestras de agua de abastecimiento antes de su entrada a la Casa Consistorial”.
Esperanza Fernández, portavoz de UPyD, ha asegurado que “parece increíble que los gestores del ayuntamiento, tanto PSOE e IU durante muchos años como PP ahora, permitan que el agua que puede beber cualquiera tenga esta mala calidad y ni avisen de ello a los ciudadanos ni intenten solucionarlo. Abrir los grifos por la mañana para que corra el agua no es una solución, es una chapuza y un derroche”.
El problema se origina en la propia construcción del edificio, como se indica expresamente en el informe emitido por el Laboratorio Municipal en marzo de 2004:
“Simultáneamente a este estudio se analizaron aguas de edificios próximos al Ayuntamiento, así como de otros barrios del municipio y en ninguna de las muestras se detectaron irregularidades, por lo que pudimos asegurar que el agua suministrada por el Canal de Isabel II presentaba las características de calidad que exige la reglamentación.
Todo ello, junto con los resultados de nuestros ensayos se comunicó a los Servicios Técnicos del Ayuntamiento, ya que el edificio acababa de inaugurarse y estos hechos parecían indicar problemas de construcción o diseño, nunca achacables a la empresa proveedora y distribuidora del agua”.
“Se hubiera podido pedir responsabilidad a la empresa constructora para que solucionase el problema de raíz, en vez de poner un parche como fue la ‘limpieza de conducciones’. Esto apenas sirvió temporalmente, pero 17 años después todo sigue igual. Está claro que ninguno de los partidos que han pasado por el gobierno han tenido interés en solucionar este asunto”, ha concluido Fernández.