Un alcalde petulante, chulesco, despreciativo con los ciudadanos y que gobierna a base de arrebatos recibe un castigo ganado a pulso en estos tres años de legislatura. Pierde dos concejales, y le imposibilita para formar gobierno salvo pactos antinatura con PSOE o con Podemos. Porque si el PP cae y se deja en esta travesía desde 2011 casi 8.000 votantes, la misma situación se replica en el resto de partidos que hoy tienen representación en el Ayuntamiento. Una postura rácana en la oposición, las indefiniciones de sus posturas en temas importantes o tal vez el miedo a meter la pata, han provocado que todos, sin excepción pierdan representación en el Pleno. El más damnificado, sin duda es IU, que perdería a la mitad de sus votantes.
Como ya se venía advirtiendo por la deriva nacional y los resultados de las elecciones europeas, irrumpe con fuerza Podemos, que se convertiría en la tercera fuerza, fruto quizá de la desazón y el desapego ciudadano por los partidos ‘tradicionales’ más que por el trabajo público y conocido en el municipio. Este resultado quizá les sirva para estar más presentes en la vida pública de Getafe.
Esta encuesta le niega a Juan Soler y al PP la posibilidad de formar gobierno a no ser con el apoyo de PSOE o de Podemos. Y este partido será la gran incógnita a la hora de desgranar posibles acuerdos para ocupar la Alcaldía. Pero antes habrá que exigirle también la definición de cuáles son sus propuestas de gobierno, para que los ciudadanos conozcan para qué sirve su voto.
Todos se van a sentir agraviados por estos datos (salvo Podemos), que no son más que una foto fija de un momento convulso donde la ciudadanía expresa su opinión, una opinión que mañana puede cambiar. Hasta ahora es la única encuesta pública que se ha realizado, más allá de conversaciones de pasillo que nadie ha puesto sobre el papel.
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