No es el referéndum que se había previsto, pero Artur Mas ha asegurado hoy en rueda de prensa que habrá urnas el próximo 9 de noviembre. A pesar de que el Constitucional haya suspendido la Ley de Consultas, el presidente de la Generalitat se agarra a los artículos aún vigentes para hacer una consulta en la calle, a modo de encuesta, que no tendrá el caracter de un referendum pero que podrá servir para pulsar la opinión de la calle y conseguir lo que quería: «consultar al pueblo de Cataluña». La consulta no tendrá validez legal, pero ya adelanta que se convocarán unas elecciones plebiscitarias que «los partidos transformen en un referéndum de facto, con lista conjunta y programa conjunto». Esta será la «consulta definitiva».
Se habilitarán los locales de la Generalitat para que la gente pueda participar y «habrá urnas y papeletas», con la misma doble pregunta que se había propuesto. Los mayores de 16 años podrán votar.