Los últimos sondeos inclinaban la balanza a favor del no, pero hasta que no se han conocido los resultados definitivos, los países de la Unión Europea y sobre todo aquellos que tienen regiones con ansias independentistas como España, no han respirado tranquilos. En Escocia se ha impuesto por 11 puntos de diferencia seguir perteneciendo al Reino Unido. Un 44,7 apostaron por la independencia, frente a un 55,3 que prefirió no emprender este complicado camino. Sin embargo, Londres ha escuchado el mensaje y sí emprenderá un camino de reformas para dar más autogobierno a Escocia. Todos los pronósticos hablan de que se explorará el sistema federal para conseguir el mejor encaje de todas las naciones que componen Gran Bretaña.
En lo que sí coinciden todas las voces es en la pulcritud de todo el proceso de consulta, democrático y avalado por el Estado central. Ambas partes se comprometieron a respetar la decisión de las urnas.