«A empujones me colocó contra el aparato para hacer la mamografía». Feli García tuvo que pasar un mal trago el pasado 20 de mayo cuando acudió a su revisión, citada por la Comunidad de Madrid. El autobus (mamabus) situado junto a la estación Getafe Central fue el lugar donde la atendieron y donde recibió «un maltrato físico y verbal. Le pedí que me tratara con más cuidado y delicadez y me respondió que es así como tratan a todo el mundo y que si no me gustaba, el próximo año fuese a otro sitio». Feli recuerda ese momento con un nudo en la garganta. «Vas nerviosa porque no sabes qué te vas a encontrar y muchas mujeres llegamos con mucha ansiedad. Hay gente con antecedentes de cáncer o que incluso han sido operadas y lo que menos necesitan es que las traten como a un perro».
Tuvo una crisis de ansiedad «y me puse a llorar diciéndole que me estaba tratando como a un perro. Entendió que la estaba insultando y se puso a gritar, que me iba a denunciar». No aguantó más y a la salida del autobús se desvaneció y perdió el conocimiento.
Ya ha cursado la queja pertinente en la Consejería de Sanidad, donde «además me explicaron que es una subcontrata la que se encarga de este servicio». De hecho la persona que la atendió «no quiso identificarse», por lo que finalmente llamó a la Policía Local que fue quien le atendió en ese momento.
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