No le quitan ojo al jardín vertical. Ni de noche ni de día. Una patrulla escolta al ojito derecho del alcalde, ese proyecto que no por caro se quedó en un cajón y que ocupa un lugar privilegiado en la calle Madrid. Desde que en las fiestas de Getafe, las plantas misteriosamente perecieran, una patrulla vela por su seguridad. No se puede establecer un dispositivo especial en La Alhóndiga pero sí se permite que dos policías estén 24 horas al día contemplando cómo el agua cae de la fuente. ¿Qué coste tiene esto? ¿Es esa la labor de la policía municipal? Quién sabe.
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