Las disculpas de Cañete: tarde, pero mejor que nunca

Parecía que se resistía a pedir disculpas. Miguel Arias Cañete ha tardado hasta cinco días en recular después de las «desafortunadas» declaraciones que le han valido la crítica nacional e internacional acusándole de machismo por no haber querido mostrar su «superioridad intelectual» ante Elena Valenciano en el debate cara a cara del pasado jueves. Ha tenido infinidad de oportunidades para retractarse, incluso en el mismo programa en el que lanzó la bomba que tiene al PP de cabeza desde entonces, buscando como esconder al candidato que ha desaparecido en una campaña que ya era bastante invisible.

Pero hoy ha decidido que era suficiente, y que si Europa comenzaba a ponerle ese estigma se le podrían frustras sus pretensiones de ser comisario, su auténtico objetivo auqnue lo ha negado en los micrófonos de la Cope, medio «grande» elegido para discuparse «si había ofendido a alguien».  Sus declaraciones altisonantes han sido la nota más caliente de una campaña electoral que ha pasado inadvertida para el ciudadano de a pie que promete registrar una cifra record de abstención el próximo domingo.