El Getafe necesita tirar de la garra que ha salvado al club en temporadas anteriores y darle una alegría a la afición, que ha estado apoyando al equipo en este nefasto fin de campaña que se busca olvidar. El club se aferra al espíritu que logró traer un codiciado punto del Camp Nou cuando todo parecía perdido, y sacar ese genio de las grandes ocasiones, que le ha permitido permanecer diez años en Primera División.
El partido ante el Sevilla será el último que se dispute en el Coliseum, y el Getafe CF, esta vez sí, ha hecho todo lo posible para que la afición esté ahí jaleando al equipo y llevándole en volandas a una victoria que le permita soñar con la salvación. No tiene excusas, no hay posibilidad de fallo. El empate del Valladolid en la tarde de ayer ha devuelto al Getafe a los puestos de descenso. No hay margen de maniobra y la victoria es la única opción.
Tras el Sevilla, que se juega la quinta plaza que da acceso directo a la Europa League pero que está con la cabeza puesta en la final del campeonato europeo que disputará la próxima semana, llegará el Rayo Vallecano, sin jugarse nada en lo que a puestos de la tabla se refiere, pero que venderá cara su derrota. Para el Getafe la opción no es más que una: ganar.
Luego llegará el tiempo de las matemáticas, de estar pendientes de empates y goal averages. Pero ahora el objetivo debe ser uno: la victoria.