La terraza del restaurante Baco, la instalación de moda y que ha levantado las iras de los vecinos de la calle Terradas podría paralizarse. Fuentes municipales han asegurado que ya se le ha enviado un requerimiento al propietario para que adecúe la instalación al proyecto que había presentado, una pérgola desmontable de lona, y que todos los elementos no permitidos desaparezcan de la vía pública. En caso contrario se enfrentará a una multa y al cierre del establecimiento.
Los vecinos siguen escépticos, ya que las obras, hasta el momento, siguen adelante «hasta las diez de la noche, como todos los días», y no han observado presencia policial que permita sospechar la paralización inminente de estas obras. De hecho, la inauguración oficial ya se ha producido y los trabajadores siguen ultimando detalles.
«La estructura se está instalando en el espacio que antes ocupaba un árbol, tiene equipamiento eléctrico no homologado por el ayuntamiento (motores de tubo, aire acondicionado) que podría ser peligroso para el entorno, y es posible que no cumpla con las normas de seguridad. Además, se han instalado en vía pública una serie de elementos arquitectónicos de carácter permanente y no homologados por el Ayto., como cristales, cubiertas y puertas metálicas. El recinto ocupado, al contrario de las buenas costumbres, se deja cerrado por la noche y está pensado para mantenerse cerrado, como si de un recinto privado se tratara, y no nuestra calle. El conjunto de todas estas irregularidades, siguiendo el tenor literal del artículo 6.4 de la correspondiente Ordenanza Reguladora de Quioscos y Terrazas de Veladores (de 1989), «dará lugar a la revocación de la licencia o concesión». Es un extracto de la enésima queja presentada ante el Ayuntamiento y dirigida al alcalde, Juan Soler.
Los vecinos han solicitado permiso para instalar este fin de semana y diversos días de la próxima, una mesa para recoger firmas contra esta terraza, y aún no han recibido respuesta municipal.
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