Denuncian «trabas, obstáculos e incidencias que hasta la fecha no se conocían en este municipio» y que van dirigidas a las nuevas directrices que ha puesto en marcha el comisario de la Policía Nacional, José Ramón Murillo, que tomó posesión de su cargo en febrero. Desde entonces, según asegura Sergio López, delegado de CSIT UP Getafe, sindicato mayoritario de la policía local y que representa a casi un 70% de la plantilla, «las gestiones con la nacional se han complicado: cuestiones que antes se resolvían en 20 minutos, como la entrega de un detenido, ahora se pueden extender hasta dos horas». Defiende que hasta la llegada del nuevo comisario la colaboración era la pauta general entre ambos cuerpos de seguridad.
La Policía Local se siente ninguneada. «Con el único objetivo de mejorar las cifras estadísticas en seguridad se generan gran cantidad de duplicidades, obviando en muchas ocasiones a la primera patrulla de policía que llegó al lugar y realizó la intervención si esta pertenece al Cuerpo de Policía Local de Getafe, con la consiguiente pérdida de recursos tanto humanos como materiales», explican desde el sindicato. La gota que colmó el vaso fue la intervención del pasado miércoles, en la que se auxilió a la conductura de un vehículo industrial que había sufrido un atraco en Carpetania y que fue atendida en primera instancia por los municipales que intentan «localizar a los autores en las inmediaciones por medio del dispositivo desplegado al efecto y se recopila toda la información posible entrevistando a los testigos presentes en el lugar, se protegen las pruebas encontradas para la posterior investigación, se asiste, traslada e informa a la afectada para que interponga la denuncia pertinente». Cuando la unidad de Policía Local se persona en Comisaría para las diligencias oportunas «se le manifiesta que de dicha intervención no se tramitará comparecencia alguna de la Policía Local ya que deja cuenta una unidad del Cuerpo Nacional de Policía que se personó posteriormente a los 10 minutos del inicio de la intervención en el lugar de los hechos».
Detrás de esta polémica subyace la batalla de competencias entre ambos cuerpos de seguridad, que en ocasiones es una delgada línea, que ahora se quiere marcar con rotundidad. La queja de los policías locales se ha elevado a sus superiores y «se ha trasladado a la nacional en la Junta Local de Seguridad».
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