El vecino se queja y el Gobierno no responde. Esa es la tónica generalizada cuando se presentan quejas o reclamaciones en el Ayuntamiento. Este silencio administrativo se ha convertido en una preocupación que ha recogido la portavoz de UPyD, Esperanza Fernández, y ha trasladado al Gobierno, que se ha apresurado a derivar responsabilidades en cada una de las concejalías, que son las responsables de atender a la demanda.
La edil preguntaba por el proceso que sigue una queja o sugerencia registrada por un vecino, tanto presencialmente como a través de internet, hasta llegar al responsable del departamento pertinente, así como por los plazos para contestar la misma. «Esta falta de contestación puede ser debida a un mal funcionamiento de este servicio o a la falta de interés del Gobierno en contestar a las inquietudes de sus vecinos”, ha señalado Fernández.
En su respuesta, el Gobierno ha asegurado que todas las quejas se incorporan al Registro General de Entrada de Documentos y después se trasladan “al departamento o negociado que deba entender sobre el asunto que se plantea, siendo competencia de estos la resolución de las mismas y la comunicación a los vecinos de las actuaciones realizadas”.
Es decir, el hecho de recibir respuesta depende del interés y la diligencia de la Concejalía a la que afecte la queja presentada. Lo que es indiscutible es que los vecinos han denunciado en múltiples ocasiones la falta de respuestas y el Gobierno reconoce que no hay datos globales “sobre el porcentaje de sugerencias no contestadas”, por lo que el sistema no funciona.