A las 18.30 horas está previsto que la columna sur de las Marchas de la Dignidad llegue a las puertas del Ayuntamiento, a la plaza de la Constitución. Allí le estarán esperando el coordinador de IU, Cayo Lara, el portavoz de IU en la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo, y la candidata de IU a las elecciones europeas Paloma López, que se convertirán en el comité de recepción de los marchantes, que habrán recorrido un duro camino desde hace semanas en que partieron. Será la penúltima etapa de su camino que tiene como meta Madrid, donde confluirán todas las columnas que vienen recorriendo el país.
En Getafe entrarán sobre las 17.30 al municipio por la calle Alonso de Mendoza, para después entrar por la calle Toledo hasta el Ayuntamiento. La noche la pasarán en el pabellón M-4, junto al recinto ferial, después de que el Ayuntamiento no haya permitido que se utilicen otras instalaciones más grandes como el polideportivo Juan de la Cierva. El miedo de los marchantes es que el espacio cedido no sea suficiente para darles cabida a todos.
El 22-M es la fecha culmen de esta iniciativa por la dignidad, por el trabajo y una vivienda digna. «Merecemos pan, techo y trabajo» es uno de los lemas más repetidos estos días. La última etapa tendrá como punto de partida la glorieta del Lazo, donde tienen previsto salir rumbo a la capital a las 9 de la mañana, ya unidos con la columna suroeste que viene desde Leganés. A partir de ahí recorrerán Villaverde para entrar en el centro por la calle Atocha.
El despliegue de seguridad en la capital está siendo importante y desde el Gobierno regional ya ha habido declaraciones altisonantes como la de su presidente, Ignacio González, que ha comparado esta marcha con los neonazis griegos: «Bajo la apariencia de reivindicar empleo, sanidad o derechos» asegura que se esconde «un llamamiento a la revolución, a la subversión del orden constitucional, al incumplimiento de la ley y de los compromisos internacionales y a tomar la calle». De hecho el temor de Ana Botella, alcaldesa de Madrid, y que ha trasladado a la delegada de Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, es que se produzca un nuevo 15-M, con acampadas en algunas de las principales arterias de la capital. Madrid se está blindando para evitarlo.