Mas asegura que la reforma se hará «de una forma o de otra»

Artur Mas y Felipe González, con Jordi Évole en el Cara a Cara de ‘Salvados’

Se lo confirmó al expresidente del Gobierno Felipe González en el programa ‘Salvados’

El pasado domingo día 2 de febrero se pudo ver en La Sexta cómo el periodista de la cadena Jordi Évole reunía en la misma mesa a Artur Mas y a Felipe González en un cara a cara sobre la situación catalana. En el espacio televisivo, el presidente de la Generalitat ha asegurado que la consulta por la independencia se hará «de una forma o de otra», reiterando a la vez que «no existe» posibilidad de diálogo con el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy.

El debate mantenido por ambos ha destacado nuevamente la posición de Mas, el cual asegura que la Constitución Española no expresaque «no se pueda celebrar una consulta», mientras que Felipe González ha añadido que dicha cuestión debería ser decidida por «todos los españoles», reconociendo a su vez que una parte de la población catalana no está «conforme» con el marco legal. De la supuesta legalidad de la consulta, en la cual Mas asegura votaría «sí», el presidente de la Generalitat asegura que es su «propósito y compromiso» y el de los catalanes, ya que «hay más independentistas» ahora que hace unosaños debido a la regresión, entre otras cosas «humillante» del Gobierno de Aznar.

Tanto Mas como González aprovecharon su cara a cara para tratar términos como «catalonofobia» y «españofobia». El presidente catalán ha asegurado que este último término se trata de un «término abrupto», pese a que ha admitido que en la comunidad en el tema de «los sentimientos» las cosas están «muy cruzadas». Por otro lado, González asegura que las declaraciones de los socialistas contra la consulta ciudadana podrían producir esa»catalanofobia» en el resto del país, pero que a su vez podrían suponer nuevos votos para el partido.

Felipe González también ha reiterado que él «no» hubiera dicho  lo mismo que Rajoy sobre esta circunstancia, y ha señalado que su preocupación es el uso de «un tema de Estado como tema electoral», avisando a Mas que los dirigentes de la Unión Europea están «aterrados» de pensar en la posible desarticulación territorial interna.