El ritmo de destrucción de empleo se ha moderado, pero aún así los datos son escalofriantes y hablan de que en 2013 España perdió 265.000 puestos de trabajo a tiempo completo, que unidos a los de 2012 hacen un total de 573.000 empleos. Las tasas de destrucción siguen cercanas al 2% de caída, lejos del 5% de los meses que siguieron a la reforma laboral y lo que dan las cifras actuales es que está proliferando el empleo a tiempo parcial.
Los datos del PIB confirman una leve mejoría, con una subida del 0,2% en el cuarto trimestre del año, aunque lejos del crecimiento necesario para crear empleo neto. Preocupa que la ausencia de inflacción haga que el país siga coqueteando con la deflacción.