Las Marchas de la Dignidad recorrerán Madrid desde la Puerta del Sol hasta Neptuno
En el primer aniversario de la que fue la primera gran manifestación organizada por Marea Ciudadana de Madrid y cuando se cumplen 33 años del intento de golpe de Estado por Antonio Tejero, Madrid vuelve a tomar la calle para exigir sus «derechos y libertades», como encabeza el cartel, y denunciar que la sociedad está viviendo otro nuevo golpe de estado financiero.
Es por eso que el próximo 23 de febrero los miembros de la Marea Violeta, Bomberos Quemados, Trabajadores del Centro de Transfusiones y de Coca-Cola, Marea Blanca, Marea Verde, Plataforma contra la impunidad del Franquismo (Marea Tricolor), la Coordinadora 25-S, Ecologistas en Acción, la Plataforma en Defensa de la Cultura y la Plataforma por un nuevo modelo energético se reunirán en una marcha por Madrid. Las Marchas de la Dignidad recorrerán desde las 12.00 horas el recorrido desde la Puerta del Sol hasta la Plaza de Neptuno, en donde se espera llegar junto a los aledaños del Congreso de los Diputados a las 15.00 horas. Los organizadores de Marea Ciudadana de Madrid aseguraron que se espera una participación de 300.000 personas, estimación la cual reconocen es «optimista».
Cada marea y colectivo ha mostrado sus motivos y razones para participar en esta macromanifestación. El movimiento feminista Marea Violeta de Madrid ha asegurado que caminarán contra la contrareforma de la Ley del Aborto del PP, la cual califican de «anticonstitucional» por equiparar los derechos del no concebido a los de la propia mujer. La Marea Blanca de la sanidad, por otrolado, recorrerán Madrid para seguir con su lucha «por el estado terrible en el que estátodo» y exigirán que se saquen las instrucciones donde la privatización sanitaria ha quedado anulada. Los miembros de la educación de la Marea Verde protestarán por los recortes, la nueva ley educativa del ministro Wert y, en general, por parar la «dicatura encubierta» que existe en los centros educativos. La Marea Tricolor o Plataforma contra la Impunidad del Franquismo volverá a la callé para exigir que se den a conocer los crímenes del franquismo. «Solamente en Madrid, entre 1939 y 1943 fueron fusilados en el cementerio del Este 2.666 personas y no sabemos qué pasa con sus cuerpos», recuerdan desde la marea, a la vez que datan que en Madrid existen 200 calles con nombres franquistas.
Por otro lado, la Plataforma en Defensa de la Cultura recuerda que «sin cultura sólo queda barbarie» y saldrán a Madrid en defensa de la cultura y en protesta ante los recortes, buscando al fin la unón entre todos los sectores de este ámbito (teatro, escritores, música, danza…etc). La Plataforma por un nuevo modelo energético se reivindicará contra las penalizaciones del autoconsumo energético, auditorías eléctricas y la pobreza energética, y exigirán un cambio a favor de energías renovables además de la reconversión de las cuencas mineras. El grupo Ecologistas en Acción llaman también a la movilización contra el «saque y expolio de derechos» que se vive en el ámbito laboral y social en relación al medio ambiente, en donde tendrán cabida protestas por el uso de la Ley de Costas, el Anteproyecto de Ley para los Parques Naturales Nacionales y el proyecto de evaluación de impactos ambientales.
Los Bomberos Quemados, recordando que «antes de bomberos, somos ciudadanos», caminarán hacia Neptuno denunciando que están sufriendo «una agresión» y pidiendo la unión para poder recuperar los derechos, protestando también contra las privatizaciones. Denunciando la monarquía y la «falsa Constitución de 1978», el grupo Coordinadora 25-S recorrerá la capital luchando contra la represión impuesta desde 2008 y las leyes «que nos quieren imponer y con las que buscan cubrirse ellos mismos».
Para finalizar el grupo de colectivos que caminará «por nuestros derechos y libertades» y «contra el golpe a la democracia», los trabajadores de Coca-Cola y los del Centro de Tranfusiones caminarán junto a las plataformas y mareas para apoyar «en todo lo que esté en nuestra mano», como recalcan desde Coca-Cola, y para protestar por la «problemática» que viven todos los sectores en relación a la privatización, como citan desde el Centro de Transfusiones.