En septiembre se dirimirá quién es el candidato a la alcaldía por el partido socialista
Los socialistas estrenan primarias en Getafe para elegir a su candidato, con la duda aún de si habrá posibilidad de que sean abiertas. El partido está en esa calma tensa que precede a la tormenta pública. Sara Hernández, la actual secretaria general, ya ha dado el paso adelante y asegura que se presentará como candidata. Enfrente comienzan a surgir voces, algunas de ellas desde la propia ejecutiva del PSOE que planean dar un giro a la agrupación. Entre esos nombres suena el de Alfredo Kramarz, aún está en ese proceso “reflexivo. No es el momento de dar un paso adelante sin pensar en lo que ello implica. Getafe me lo ha dado todo y yo apenas le he dado algo y la sensación que tengo de retribuir todo lo que me ha dado y las expectativas que me ha generado esta ciudad, es algo que me impulsa, da coherencia a mis pensamientos y me hace sentir honesto. No es solo que uno se sienta preparado, convencido, seguro, con la situación idónea, sino que colectivamente haya un convencimiento de que esta es la vía posible. De alguna forma siempre he temido a aquellos políticos que solo sabían hablar de sí mismos. Los líderes que tienen un recorrido importante han sido otros los que les han reconocido como tales”. Hernández cree que puede ser una alternativa a la Alcaldía, “no solo porque lo quiero y lo deseo, porque soy vecina de Getafe desde 1985, soy vecina de La Alhóndiga, me duele ver lo que hace Juan Soler, que pasa olímpicamente de lo que sucede en Getafe, que no pasea sus barrios, que no habla con su gentes, que no toma una caña en el bar del barrio. Si no me presento por esa Unidad y Compromiso por el que fui elegida, me matan”.
De hecho fue ese proyecto en el que trabajó Alfredo Kramarz, que aplaude la figura de Sara Hernández que “como secretaria general ha tenido un comportamiento comprometido con nuestras ideas y, en definitiva, honesto. El manifiesto y los documentos que lo acompañaban, muchos llevaban mi firma, junto con la de otros compañeros. Me siento coautor. Pero sí siento que hay otros que se han despegado de esas ideas. Tengo la sensación de que hay que demostrar una lealtad mayor a lo que eran esas ideas y ese proyecto: no era solamente una máscara con la que presentarnos de manera decente, era nuestro rostro real y hay que ser coherente”. Hernández sigue defendiendo también ese proyecto que “no puede cambiar, no debe cambiar”.
La ejecutiva en la que ambos comparten escenario para Kramarz “es plural y hay muchos compañeros que han hecho un trabajo excelente al frente de sus secretarías: dudar de su compromiso con la ciudad y con las ideas socialistas sería propio de un indeseable. Pero probablemente sea necesario algo más: no basta proclamar lo mucho que quieres esta ciudad, sino que hay que concretar las propuestas. No solamente basta decir que tenemos un alcalde que decora nuestra ciudad y que no vive en ella, tenemos que definir un horizonte político diferenciado. No voy buscando culpables, sino personas que se responsabilicen de áreas de trabajo que permitan volver a conectar con nuestra ciudadanía. No es el momento de decir quiénes sobran sino que todos somos necesarios”.
La elección a la secretaría general del partido provocó una escisión en el PSOE de Getafe, que aún permanece latente. “En Getafe existe a día de hoy la misma situación que había en abril de 2012 cuando se eligió a la actual ejecutiva local. Hubo tres candidaturas con tres proyectos y esas tres opciones siguen estando a día de hoy”, recuerda Hernández. “La que actualmente ostenta la ejecutiva, la que apoya el trabajo de la ejecutiva está respaldada por un 60% de la militancia: y eso no ha cambiado. Los que entran por los que salen. Hay gente que, normal, por situación de juventud, que se desilusiona pronto, quiere ver resultados pronto. Y todo en la vida tiene su proceso y libremente deciden optar por otras opciones”. Alfredo Kramarz defiende la unidad que “no se ha logrado de manera completa. Los compañeros no han encontrado un espacio para sentirse protagonistas de un proyecto político. La unidad tiene que forjarse en base a un proyecto político sólido. Solo el que pronuncie nosotros de manera honesta y sincera logrará que la unidad tenga fuerza. Eso es un trabajo colectivo. Alguien tendrá que pronunciar esa palabra y responderá a un trabajo colectivo de todos. Y todos es todos”.
La sombra de Pedro Castro
28 años de alcalde suponen una herencia difícil de administrar. “La etapa de Gobierno de Pedro Castro, junto a los primeros años de Jesús Prieto, son la memoria política de nuestra agrupación. No me gustan los sujetos desmemoriados que además han sido protagonistas del pasado. Es curioso que uno pueda llegar a ser número 2 y perder la memoria. La regeneración del partido es necesaria y fundamental: hay una nueva generación que tiene nuevas dudas y preguntas, y que además no ha pisado las instituciones. Hemos aprendido a hacer políticas en otros espacios. La figura de Pedro Castro tiene un peso simbólico en la ciudad y en el partido, pero el futuro pertenece a otra generación. Estamos hablando de regeneración política: la renovación no te la garantiza una persona de treinta y pico años por el hecho de tener esa edad. La regeneración pasa por un proyecto político de calado y de fondo: con nuevos protagonistas”.
Aunque no acostumbra a recordarlo, Sara Hernández asegura que se siente “orgullosa, he aprendido muchas cosas de la mano de Pedro Castro, muchas de ellas muy positivas, entre ellas la pasión que siente él por su ciudad, por el partido y por como aumentar la calidad de vida de los vecinos de Getafe. Me siento orgullosa, pero esa experiencia me ha permitido ver cómo progresivamente la ciudad nos iba mandando inputs de que el proyecto se estaba agotando. No fuimos lo suficientemente avispados. Yo le voté a él como candidato en 2011. No fuimos lo suficientemente ágiles para detectar ese pulso de que algo no iba bien”. No parece haber tenido fortuna en integrar al sector de Pedro Castro en su proyecto aunque “desde que soy secretaria general en eso estoy todos los días. El castrismo no es solo una persona, son muchos militantes y vecinos de Getafe. En eso estoy, algunos quieren pensar que no. Yo pico y pala con mi trabajo”, cita la frase que hizo popular Esperanza Aguirre.
En este proceso preelectoral se ha puesto de moda hablar de mochilas, referidas a la carga histórica y personal que cada uno lleva. Para Kramarz “no tener cargas me hace ser más libre. Yo no creo en superhombres, creo en personas que saben trabajar en equipo. Cada uno complementa una parte de un proyecto político. Esto no va a depender de una persona, va a depender de un equipo que sea capaz integrar personas muy diversas que complementan espacios en todas las áreas”. Sara Hernández asume la “mochila del trabajo realizado desde hace dos años; de la experiencia de gestión desde hace cinco años; llevo mochila del apoyo de mis compañeros que me dicen adelante, esa mochila la llevo y estoy orgullosa”.
Ambos coinciden en lo dañino que está siendo el Gobierno de Juan Soler en el municipio. “El PP se ha mantenido leal a una política de carácter neoliberal que es perjudicial para la ciudadanía –explica Kramarz–. Me parece que el problema de Juan Soler no es que viva o no viva en nuestra ciudad, o que gestione la ciudad como el director de una empresa, o que le falte identidad con los barrios, sino que practica una política que no corrige la desigualdad. Juan Soler confía más en los hospicios y en la caridad que en la sanidad pública”.
Primarias ¿abiertas?
El calendario está establecido y aunque aún queden flecos por cerrar, el PSOE ya se prepara para las elecciones primarias, que en esta ocasión tendrán un carácter especial, en tanto podrán abrirse a la ciudadanía. ¿Getafe podría tener primarias abiertas? “El problema es si hay voluntad de que se hagan o no. Vamos a afrontarlas a nivel federal: ¿Por qué no podemos hacerlo a nivel regional y local donde la cercanía es mayor?”, defiende Alfredo Kramarz. La secretaria general del PSOE en Getafe, por su parte habla de que ha sido el federal quien ha cerrado esa puerta, “en noviembre se debatieron estos puntos y ahí se dijo que cerradas a nivel local. Algunos, con claros intereses personales, no diciendo del todo la verdad, pretendían decir que no era un tema zanjado. El arroz a algunos ya se les ha pasado, que no lo aplicaron en su momento cuando pudieron haberlo hecho. Más allá de eso que son meras curiosidades el debate está cerrado desde noviembre”, aunque la posibilidad de que esa decisión corresponda a la agrupaciones locales o regionales sigue siendo un asunto candente. Al final “no siempre hay voluntad por parte de aquellos que controlan los aparatos políticos. Las primarias abiertas generan dudas en mentalidades conservadoras, que no quieren que se altere el status quo. La participación de la mayoría genera dudas y complejos”, asegura Kramarz. “Es una situación novedosa que cogemos con ganas, para que la ciudadanía nos vea como alternativa. Una vez que veamos que funciona bien, que los errores se puedan corregir, puede ser una alternativa que se puede ir implantando”. Sara es prudente y cautelosa. Quizá uno de los miedos es la posibilidad de caciquismo que “siempre existe. Y no solo del PP, sino incluso desde las propias filas y cuanto más pequeño es el ámbito, más se puede influenciar a través de terceros. Por eso creo que hay que ir con tranquilidad”. “Detrás de cada nueva ola de derechos y tras cada ampliación de la democracia siempre hay peligros, pero las oportunidades y las ganancias a posteriori en términos de legitimidad, que la ciudadanía pueda sentir que el político da su palabra, que hay promesas, volver a sentir que puede decidir, que puede ser protagonista, más allá de que pague una cuota de militante… esa sensación hay que recuperarla. Y eso lo dan las primarias abiertas, como una opción entre otras muchas”, defiende Kramarz.
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