Premio a la Trayectoria: Eduardo Torralba
Torralba es su apellido. Muchos le conocerán por ser “el notario de la calle Madrid”. Curiosamente en el mismo emplazamiento en el que hoy se ubican sus oficinas (número 29) empezaría su carrera en la ciudad hace ya casi 26 años. Por sus manos han pasado documentos que cambiarían la historia de la ciudad: Airbus, la universidad, el Ayuntamiento, Metrosur… La arteria principal, las gentes y el exponencial desarrollo urbanístico de la ciudad visto por el fedatario público, que recibe el Premio GETAFE CAPITAL a su Trayectoria.
“Cuando yo saqué la plaza de notario en el año 88 era muy joven para lo que entonces era Getafe”, relata Eduardo Torralba recordando sus inicios profesionales en la ciudad. Él, que siempre tuvo clara la vocación por el Estado, encontró en la notaría la combinación perfecta entre el servicio público que se presta al ciudadano y las ventajas del sector privado. “Lo que más valoro es que me lo he pasado bien aquí”, resume satisfecho con una gran sonrisa el notario. “Getafe era un reto para mí”, cuenta, “me colé aquí junto con Juan José Rivas y Jesús Huertas, que eran los otros dos notarios de Palacios. Pensé que la plaza se la iban a dar a un tío valiente”.
Un cuarto de siglo después la valoración de aquellos inicios es casi bucólica: “Empecé en un despacho pequeño en este mismo bloque, que quizás sea lo ideal, era una casita baja, al lado había un bar, y por la calle aún circulaban los coches”, cuenta, “empecé con tres oficiales, y en esa época estar en el despacho y atender a la gente ya te permitía crecer y sobrevivir”, valora. Más clientes y algún tiempo después, “¡no pegué el salto a Madrid!” explica, “antes, esta era una profesión muy conservadora y las grandes capitales eran el objetivo del notario. Siempre hay tentaciones, pero yo no tuve demasiadas. Y pensé: yo de aquí no me voy”.
“La verdad es que Getafe me ha tratado muy bien”, resume el notario, “yo tengo la ventaja de que me lo paso bien en el despacho. La gracia que tiene Getafe es que la gente te conoce, pero también te exije. Quizá la parte bonita de ser notario sea esa, la figura del asesor, no el notario fedatario”. La vinculación con el público es una constante en la carrera profesional de Torralba, tanto que incluso muestra en su despacho una escritura de unos terrenos en Las Magdalenas en 1700 a un antepasado de la familia Vergara.
Apasionado de su profesión, y de los casos más originales, Torralba atesora haber procesado documentos relacionados con algunos de los cambios históricos más importantes para la ciudad. “Yo he sido protagonista de la historia de Getafe”, admite modesto, “me ha gustado mucho participar en los desarrollos urbanísticos de Getafe: Getafe Norte, Xatafi, Ciudad Jardín, El Bercial entero, Fogesa… Y la notaría ha sido un islote frente a las grandes inmobiliarias. En este sentido he sido un privilegiado”. “Yo también participé cuando ceden los cuarteles para la universidad, cuando construyen el hospital o entierran las vías”, admite, “levanté actas tan curiosas como las de las grietas de diversos edificios antes de que empezasen las obras de Metrosur”. En el apartado de las anécdotas, Torralba presume de haberse “ligado a los de Airbus” con un incidente un día de huelga por los años 90, “en el momento de constituir la empresa, se hizo en mi notaría”.
Si bien la del notario es una profesión poco conocida, “no se trata de echar una firma y ya está, tenemos que dar constancia de la veracidad de lo que afirmamos”, constata Torralba, el notario sí reconoce querer de alguna manera acercar la figura: “El notario a veces está muy lejos de la sociedad”. Ahora, emocionado por haber recibido este premio “en un momento delicado de mi vida”, sigue teniendo ilusión por acercarse todos los días a la oficina, aunque no descarta jubilarse próximamente, “el reto es que la notaría siga sin Torralba”. Por delante, el orgullo de haber prestado un buen servicio al público. “El notario se prestigia a veces diciendo que no”, indica Torralba, “yo agradezco la confianza que mucha gente ha depositado en mí”.