GETAFE/Religión (8/8/2016) – Bajo el título ‘Tiempo de sanación, no de lamentaciones’, el obispo de Getafe, Joaquín María López de Andújar, y su homónimo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, han vuelto a remitir una nota en la que critican duramente la Ley de protección integral contra la LGTBIfobia y la discriminación por razón de orientación e identidad sexual que la Comunidad de Madrid aprobó el pasado mes de julio. A pesar de la polémica que despertó su primera misiva a los fieles, tras la que se llegó a plantear en un Pleno que se nombrara al obispo como persona non grata, mantienen la misma línea a pesar del «respeto» que dicen profesar «hacia los que han promovido esta ley y sus posibles destinatarios».
Consideran en esta carta que la ley «pretende anular la enseñanza pública de la Biblia», a la vez que supone «un ataque a la libertad religiosa y de conciencia», además de «un ataque y censura al derecho de los padres a educar a sus hijos según sus propias creencias y convicciones. Del mismo modo es un atropello a los idearios que inspiran la libertad de enseñanza», así como «un atentado a la libertad de expresión, a la libertad de cátedra, a la libertad de los científicos y profesionales en la búsqueda de la verdad, y a la libertad de las personas para orientar su vida o para pedir ayuda, incluso religiosa, en aquello que crean necesitar», además de reclamar la objeción de conciencia para su aplicación.
Hablan de que partidos políticos, sindicatos, medios de comunicación y empresas «quieren imponer ideológicamente un pensamiento único que anule la libertad y el coraje de buscar la verdad de la persona humana, en su unidad cuerpo-espíritu y en su diferencia sexual varón-mujer».
Una de las partes más polémicas de la carta es la que se refiere a la sanación de este colectivo, asegurando que «entre las víctimas reales de nuestra cultura del relativismo no lo son menos quienes sufren la confusión sobre su propia identidad; una confusión que, con leyes como esta, se verá aún más agravada». Llaman a la movilización de «familias y de las asociaciones católicas en orden a defender, con todos los medios legítimos y en todas las instancias que corresponda, la libertad religiosa y de conciencia, la libertad de los padres a educar a sus hijos según sus propias creencias y convicciones, la libertad de enseñanza y los demás derechos fundamentales que, creemos, se conculcan gravemente en esta Ley».
Hacen un llamamiento a los católicos, a los esposos y padres de familia (nada dice de las mujeres), a las personas consagradas y sacerdotes, a colaborar, «en la edificación de una cultura que venza las mentiras de las ideologías y se abra a la verdad de la creación y de la persona humana». Y añade sobre el colectivo que «su médico es Cristo y el hospital de campaña donde llevarlos y sanarlos es la posada de la Iglesia».
Tristeza e indignación es lo que se percibe en Mariano Martínez, presidente de Gaytafe LGTBI+, cuando habla de esta nueva misiva. «Una vez más es una demostración de cómo se tergiversan las cosas. El obispo de Getafe, junto su adjunto y el de Alcalá, otra vez quieren imponer una visión única, cuando lo que se está promoviendo en la ley es la libertad y la posibilidad de cada uno de pensar y actuar tal cual sea. Es increíble que se quiera imponer en pleno siglo XXI una forma de pensar».
Mariano Martínez asegura que «como católico de Getafe me siento ofendido: esta ley no coarta la libertad religiosa. Cada uno tiene la libertad de profesar la religión que quiera y desee, pero con cartas como las de este obispo dan ganas de que los católicos rechacemos la religión«. Pero se mantiene firme. «Hay que amar al prójimo sobre todas las cosas. Y es increíble que se luche contra la libertad y la igualdad como está haciendo este obispo».
“Aducen que se quiere poner la ‘ideología de género’ y un ‘pensamiento único’, que pretende atacar la diferencia sexual varón-mujer. Hay que ser hipócrita y fariseo para hablar sobre imposición de ideologías, cuando la Iglesia Católica lleva 2 milenios imponiendo la suya a costa de matar, agredir, insultar y encarcelar personas”, continúa Ramírez.
“¿Cuando pretenden integrar, dialogar y construir como afirman? ¿Donde están los verdades mensajes de caridad cristiana de acogimiento a las personas homosexuales? Cuando quieran estoy dispuesto a dialogar desde el respeto, para conocer mejor los puntos de vista del otro y poder llegar a un acercamiento”, agrega Ramírez.
“Señores obispos, el mal no somos nosotros, ni estamos confundidos, ni equivocados, ni necesitamos que nos ‘curen’, mas bien al revés, la fe ciega en su ideología no les permite ver que están desacertados y desorientados, y deben ser curados del odio para volver al verdadero mensaje del Evangelio”, finaliza Ramírez. Desde el Observatorio han puesto en conocimiento de la fiscalía especializada en delitos de odio, «esta infame homilía de la homofobia y la transfobia» y estudian interponer una querella penal contra los obispos.
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