Cuando la devoción nace de dentro

La Congregación Nuestra Señora de los Ángeles lleva cerca de 200 años, dándole culto a la Virgen y custodiando sus enseres, además de encargarse de la preparación de todos los eventos que giran en torno a su figura.  La devoción hacia esta talla, una inmaculada completa, les nace de muy dentro. No en vano, en 2016 se cumplen 400 años desde la primera bajada. El fervor hacia esta Virgen está tan arraigado en Getafe que pasa de padres a hijos generación tras generación. Para muchos getafenses si no hay Salve, no hay fiestas. “El instante de la elevación es mágico”, confiesa el Hermano Mayor de la Congregación, Fernando Parejo. “Para que todo salga perfecto decenas de personas trabajamos muy duro”. Una labor poco conocida, pero muy necesaria. Como el trabajo que hacen las camareras: preparan a la Virgen para que luzca espléndida en cada momento. “Ella siempre nos ayuda para que todo salga bien”.

congregacion1

Fernando Parejo, Hermano Mayor de la Congregación Nuestra Señora de los Ángeles junto a algunas de las camareras de la virgen: Mariola González, Rosa María Gordo, Lupe Losada, Rosi Valtierra, Mari Ángeles Martín y Mari Carmen Sánchez.

El 5 de mayo de 2016 se realizará la tradicional bajada de Nuestra Señora de los Ángeles desde la ermita que lleva su nombre en el Cerro de los Ángeles, hasta la Catedral de Santa María Magdalena. Esta tradición que lleva celebrándose 400 años, es una de las citas religiosas más concurridas de la Comunidad de Madrid y por qué no decirlo, de España. Desde la Congregación Nuestra Señora de los Ángeles trabajan desde hace semanas para que todo salga según lo previsto. Como explica el Hermano Mayor de la Congregación, Fernando Parejo “llevamos haciéndolo cerca de 200 años”. Dos siglos en los que los miembros de esta agrupación religiosa han cuidado y mimado esta imagen, “una talla de una inmaculada completa” y todo lo que la rodea; mantos, coronas o la carroza. “La carreta ha sido completamente restaurada”, ya el año pasado. Parejo desvela que “el carro nunca se había desmontado desde 1779 y gracias a las donaciones de la gente este año lo hemos podido hacer”.

Preparativos

Si los miembros de la Congregación electos, el Hermano Mayor, los consiliarios y los comisarios de culto, además de las camareras y la Junta Directiva se esmeran cada año para que la Virgen esté atendida, cuando se acercan las Fiestas Patronales la actividad es frenética. “Durante 15 días ella pasa a ocupar todos nuestros pensamientos”, confiesa Mariola González, una de las camareras, las encargadas de preparar a la Virgen. “Al principio es agobiante, pero siempre sale. No sé si será porque la Virgen nos echa una mano”, afirma Lupe Losada, también camarera, en este caso una de las coordinadoras.

Y es que el trabajo de estas mujeres es impagable. “Preparamos todas sus cosas: mantos, coronas, pelucas, joyas, flores… para que durante estos días luzca espléndida”, cuentan. Entre sus tareas está mantener los mantos en buen estado. Es entrañable como hablan de ellos. “El manto rojo, el que le ponemos en Pentecostés, se lo regalaron 1.200 familias getafenses gracias a una colecta”. Como curiosidad, remarcar que es el que lució la Virgen en la bajada del año 2007, el año que reabrieron la Catedral tras 7 años cerrada al culto por los trabajos de rehabilitación que se hicieron en el templo. “Fue algo simbólico”, recuerda el Hermano Mayor. “Volvía a su casa y que mejor manera de hacerlo que cubierta por el manto que le regaló su pueblo”. Las camareras siguen comentando: “Tiene otro manto rojo, el rojo Zapatero lo llamamos, por el apellido de la familia que lo donó hace más de 100 años. Y ahora, le hemos hecho uno nosotras azul celeste…”.

Es curioso cómo preparan a la Virgen en la ermita el día de la bajada. Tras el altar, ascienden al habitáculo en el que se encuentra la imagen a través de un montacargas. “Se trata de una espacio reducido, en el que comenzamos a prepararla… Es el Hermano Mayor el encargado de bajarla, siempre a mano y llevarla hasta la carroza. Allí terminamos de prepararlo, tras una cortina. Son momentos muy especiales. Estás inmersa en el trabajo pero cuando levantas la cabeza y la ves… sientes tanta emoción”, narra Mariola. “Es algo inexplicable a la par que conmovedor”. Incluso entre ellas comentan que a días que la ven contenta y sin embargo, otros su semblante es triste.

La Salve

Una vez la bajan desde la Ermita hasta la Catedral, el obispo oficia la primera novena. A partir de ese instante, la Virgen permanecerá 8 días allí. Para los miembros de la Congregación el día grande es el de la Salve. El sábado anterior es el día de la ofrenda floral. Como apunta Parejo para muchos getafenses “si no hay Salve, no hay fiestas. El instante de la elevación de la Virgen con el himno de España de fondo y la Catedral a oscuras con una luz sobre ellas es tan emocionante. La Catedral siempre está repleta y la emoción llena de lágrimas los ojos de algunos devotos”. Una curiosidad: la elevación se hace a mano. “Son 7 minutos de tensión y de emoción máxima”.

“Después de la Salve celebramos el domingo de Pentecostés. Ese día procesionamos por la noche. Empezamos a trabajar a las 10 de la mañana y muchas veces son las 4 de la madrugada y estamos terminado de recoger en la Catedral”, explica Parejo. Durante esa semana de fiestas dedicamos la misa del lunes a los mayores, la del martes a los difuntos, la del miércoles a los enfermos y las del jueves a los niños que es cuando se les pasa por el manto. El viernes es la misa de los jóvenes. El sábado celebramos el Rosario de la Aurora, también muy emocionante para nosotros ya que son los jóvenes de la Congregación los que al cumplir 16 años pasar a ser congregantes y son ellos los que sacan  al Virgen en Procesión”.

2 de agosto

“Además de las Fiestas, el 2 de agosto es muy importante para nosotros porque celebramos el Día de Nuestra Virgen. La bajamos a la explanada del Cerro y allí hacemos una misa”, cuenta Parejo. “Por eso, los 2 de cada mes subimos a la ermita y la rezamos. Ponemos un autobús que nos sube desde la Catedral hasta el Cerro”.

Pocos getafenses sabrán que las fiestas de Getafe antiguamente eran el 2 de agosto. “Al parecer –explica Parejo– las cambiaron porque como en Getafe la mayoría eran labradores estas fechas coincidían con las faenas del campo, de ahí que las adelantaran a mayo, el mes de la Virgen”.

“Nuestra devoción va más allá de lo racional”

1bajadavirgen2014

Bajada de la Virgen.

Es emocionante sentir el fervor que los getafenses le tienen a Nuestra Señora de los Ángeles. “No hay que olvidar que a esa imagen la han pedido y profesionado nuestros abuelos, nuestros padres y ahora lo estamos haciendo nosotros y esperamos que lo hagan nuestros hijos y nuestros nietos”, narra una de las camareras, Mariola González. “Nuestra devoción va más allá de lo racional”.

La Virgen de todos

Mari Ángeles Martín, camarera de la Virgen, recuerda  ir con su abuela a la Catedral y pasar allí toda la tarde escuchando misa “hasta el añorado momento de la Salve. Por eso cuando nació mi nieto, corrí a inscribirle como congregante”. Pero no solo los getafenses la rezamos y pedimos. “Es una virgen que acoge a todo el mundo… Solo hay que acompañarla en la bajada para ver que viene gente de todos los pueblos de alrededor”, afirma Mari Ángeles Martín, también camarera de la Virgen. “Yo tengo una prima, por ejemplo, que ha estado viniendo desde el pueblo durante 15 años a verla”.

Las camareras tienen muchas cosas que agradecerle a la Virgen que guardan para sí. “Compartimos con ella nuestras penas, pero también nuestras alegrías. Cuando algo no te sale bien, ella nos da la fuerza para seguir adelante”.

congregacion2


Fernando Parejo, Hermano Mayor de la Congregación de Nuestra Señora de los Ángeles.

“Mi madre, conmigo en las entrañas, subió de rodillas todo el pinar hasta la Ermita para pedirle a la Virgen por mi padre”

Fernando Parejo, el Hermano Mayor de la Congregación de Nuestra Señora de Los Ángeles cuenta lo que ha supuesto durante años esta Virgen a la que venera para su familia. “Mi padre, cuando mi madre estaba embarazada de mí, tuvo un accidente en el taller y permaneció 7 días en coma. Mi madre, conmigo en las entrañas, subió de rodillas todo el pinar hasta la Ermita en la que está la Virgen para pedirle por él. Y se recuperó. Ella lleva eso muy dentro. Es tanta su devoción por la Virgen que cuando mi hermano cayó enfermo, ella con 80 años se vino sola andando desde Getafe hasta el Cerro de los Ángeles para rezarle”.

Descalzos

Es tal la gratitud que Parejo siente hacia la Virgen y es tan profunda su fe que durante la procesión “cuando veo gente descalza siempre les pido que pasen delante de la carroza. Tal vez por la crisis, en los últimos años ha aumentado el número de personas que hacen este tipo de promesas o penitencias”.

Estas son las quintas fiestas que Parejo vive como Hermano Mayor de la Congregación. “Somos una gran familia”. Y es que a pesar de contar con la abultada cifra de 9.000 socios, entre los que participamos más activamente se crean auténticos lazos de amistad. Y eso es lo bonito”.

Redacción Getafe Capital

1 Comment