Debo reconocer mi alegría cuando leí en este medio la reclamación que realizaba el grupo municipal de Ahora Getafe al Ayuntamiento de Getafe en referencia a los defectos del programa municipal denominado Escuela de Navidad, pensé que alguien por fin había analizado el programa más allá de las notas de prensa y esa discusión “pueril” entre quienes simplemente valoran números.
Cierto es que analizaban asuntos importantes como el problema de los barrios alejados del centro de nuestro municipio, el coste del servicio, la necesidad de incorporar el colectivo de 13 -16 años o la posibilidad de facilitar la descentralización administrativa del proceso que hoy se concentra en la Delegación de Educación.
A mi juicio no entraban a valorar el verdadero “quid” de la cuestión, hace un año Juan Soler expresaba en las redes sociales que solo abría un centro escolar en este periodo vacacional debido al reducido número de inscritos, este año Sara Hernández nos dice que se amplía a dos centros y que el número de inscritos supera los 200, comprometiéndose el pasado jueves día 3 en rueda de prensa a abrir “todos los colegios que sean necesarios”.
Me asombra como vecino lo curioso que resulta que nadie se haya parado a analizar el verdadero problema de este programa, la falta de planificación, yo rogaría a la alcaldesa y al concejal de Educación que entendiendo, por las propias palabras de Sara Hernández, que no existe limitación económica para el desarrollo del proyecto se detenga a hacer un estudio previo de las razones que llevan a la población a no acceder o no inscribirse en dicho programa.
Nos repiten los gobiernos municipales, este y el anterior, que se proporcionan las plazas que se demandan, analicemos entonces las razones para que dicha inscripción no se produzca, seguro que el factor económico es importante, debería “becarse” a aquellas familias con menos recursos, quienes buscan un empleo también necesitan del servicio, pero entiendo que se trata de un proyecto centrado en quienes no pueden compatibilizar vida laboral y familiar, es decir, trabajan ambos cónyuges, y aunque desgraciadamente la relación trabajo y sueldo comienza a no ser una evidencia, me parece que no es el problema.
A mi juicio el problema es de información y difusión, esta última campaña se presentó el día 18 de noviembre, miércoles; el plazo de inscripción era desde el jueves 19 al martes 24 de ese mes: cuatro días laborables. Si añadimos lo farragoso del proceso, (necesitas sellar la hoja de inscripción en el colegio y luego llevarla a la Delegación de Educación) no parece ser lo idóneo para facilitar el acceso de quienes carecen de más tiempo, además esta información está accesible solo para los consumidores de información local, reconozcamos que no es la mayoría.
Parece que lo lógico sería distribuir entre los propios afectados esta información a través de los propios colegios, algo que en este programa Escuela de Navidad y en anteriores no se ha realizado en todos los colegios y donde se ha llevado a cabo se ha entregado, por ejemplo, el día 20 de noviembre, viernes, con solo dos días de plazo hábiles para presentar la documentación.
Si además necesitas acudir al centro escolar previamente para verificar que tu hijo está cursando sus estudios en nuestro municipio entonces evidentemente no se facilita el acceso a este servicio desde la Delegación de Educación. ¿No dispone esta delegación un listado de los niños escolarizados en nuestro municipio? ¿ Tan difícil es compartir las bases de datos de la Comunidad de Madrid con los Ayuntamientos?
En la última campaña de verano era requisito imprescindible además de lo anteriormente mencionado pedir cita previa en un servicio telefónico en un plazo de 72 horas, que se repartían entre un viernes y dos días antes de un puente de mayo que fue larguísimo, una vez pasado dicho plazo no tenías opción de inscripción, no parece que se facilite la creación de la demanda con la llegada de información.
Afortunadamente esto se puede subsanar de cara al próximo ejercicio antes de la firma del nuevo contrato con la empresa privada que gestiona el servicio, planificar adecuadamente las necesidades reales de la población, tanto que se vanagloria el Gobierno municipal de apostar por la participación, qué les parece antes de firmar, preguntar a los propios afectados: creo que una circular, acompañada de una hoja de preinscripción donde todos aquellos interesados pudieran hacer en enero o febrero una solicitud previa, para Semana Santa, Verano y Navidad, y poder realizar un programa acorde con las demandas de los vecinos que necesitan de un servicio fundamental para muchas familias.
Es evidente que de no hacerse así se trataría de un programa meramente estético sin ninguna finalidad social y que olvida a los grandes afectados por las circunstancias laborales de nuestra escasa población activa, nuestros mayores, que deben hacerse cargo de programas que la administración es incapaz de llevar adelante para los vecinos y vecinas de Getafe.
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