Estimada Raquel:
Ante la información aparecida hoy en tu medio sobre la denuncia presentada por Rafael Salazar hemos de precisar que:
Rafa Salazar, después de haber insultado, amenazado y agredido verbalmente a asesores, concejales y funcionarios del Consistorio municipal fue advertido durante mucho tiempo y en reiteradas ocasiones por el alcalde Juan Soler de que su comportamiento no podía continuar de esa manera, mucho más trabajando para la Institución para la que trabajaba. Por este motivo, el alcalde ha decidido cesarle de sus funciones de asesor del Mayor.
En cuanto al contenido de la información que aparece en tu medio, decir que el cúmulo de falsedades que hace en su “denuncia” son fácilmente contrastables, ya que en el momento de la entrega de su cese y de los hechos que alega estaba presente el Secretario de Junta, Jesús Molina, que es fedatario público, y un policía municipal. Quien no estaba presente era el alcalde. En ningún momento se le insultó ni se le habló alto, todo lo contrario, fue Rafael Salazar el que empezó a gritar y a insultar, tal y como era su comportamiento habitual. Probablemente, el escándalo que organizó se debe a que está en tratamiento psiquiátrico, como él mismo manifestó en ese momento y también en numerosas ocasiones. El comportamiento errático y estrafalario que exhibió en todo momento produjo mucha pena a los que presenciaron la escena.
Durante mucho tiempo asesores, concejales y funcionarios han estado soportando insultos y amenazas por parte de Rafael Salazar. El alcalde, en numerosas ocasiones ha tenido que reconvenirle en su actitud, advirtiéndole que si no cambiaba de comportamiento se vería obligado a prescindir de él, y si no lo había hecho aún, era por auténtica lástima debido a su desequilibrio personal. Lamentamos que se haya inventado todo lo que dice en su denuncia.
El teléfono móvil es una herramienta de trabajo y propiedad del Ayuntamiento y como en cualquier empresa está obligado a entregarlo desde el momento del cese, como ha ocurrido con cualquier personal que ha finalizado su relación laboral con el Ayuntamiento. Rafael Salazar en ningún momento se ha negado a entregarlo, por lo que no entendemos como se ha podio inventar la conversación con el alcalde. Una vez entregado el cese, el Jefe de Gabinete le pide el móvil, su primera reacción fue de mucha violencia verbal y de amenazas personales aunque finalmente lo entregó sin ningún problema.
De las fantasías que dicen que contenían su teléfono móvil no merecen ninguna credibilidad ya que se deben exclusivamente a que el alcalde se ha visto obligado, por las circunstancias muy lamentables a tener que cesarlo, lo que en principio no estaba en su voluntad. El nivel de insultos y amenazas, incluso de muerte, que profirió Rafael Salazar hacia el alcalde se pudieron oír desde el pasillo contiguo a su despacho, donde se encontraba personal del Ayuntamiento y Jefe de Gabinete, que lo podrían corroborar. Que Rafael Salazar haga este tipo de aseveraciones no sabemos si se debe a su espíritu de venganza o a su desequilibrio personal que el mismo ha reconocido tener en diversas ocasiones. En cualquier caso no creo que le merezcan a nadie ningún tipo de credibilidad.
Deseamos que Rafael Salazar se recupere y que en el futuro tenga un destino mejor donde se desempeñe de una forma distinta y más profesional.
Agradeceríamos que tu medio de comunicación contrastara este tipo de información tan sesgada y sensacionalista antes de publicarla.
Muchas gracias
Nayra Ortega, asesora de Alcaldía en Prensa y Comunicación del Ayuntamiento de Getafe
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