Un legado para el flamenco y la danza

Premio a la Actividad Cultural: Fundación Antonio Gades

Alicia Alonso decía sobre Antonio Gades que “no era un hombre perfecto” pero que “sin embargo era un hombre ejemplar, porque amaba al ser humano y defendía al ser humano”. Un sentimiento plasmado en unas palabras que definen en su totalidad el cariño y amor que sienten los miembros de la Fundación Antonio Gades hacia el mítico artista. “No solo iluminaba nuestras vidas diarias con lo que nos daba de sí mismo personal o profesionalmente”, comenta la directora de la Fundación Eugenia Eiriz, “sino también con lo que sacaba de nosotros. Era capaz de sacar lo mejor de todas las personas que estaban a su alrededor”.

La Fundación Antonio Gades, en activo desde 2004 y compañía residente de Getafe desde el año 2006, surgió con la idea de transmitir a las nuevas generaciones la gran obra de Gades, un patrimonio inmaterial recogido en su escuela de danza y en su amor y respeto por la gente del pueblo, la cual Eugenia Eiriz afirma era “su mayor fuente de inspiración”. Fue el propio Antonio Gades el encargado de fundar este grupo bajo su nombre con la intención de salvaguardar y difundir su obra.

“Somos conscientes de que ha sido puesta en nuestras manos una parte importante de la Danza Española”, asegura la directora, “es sobre todo una responsabilidad, la de poner en manos de las generaciones venideras un valioso tesoro inmaterial”. Una responsabilidad que tanto la directora como María Esteve o Stella Arauzo, presidenta y directora artística respectivamente de la Fundación, han llevado a cabo desde el inicio. “Empezamos poniendo las bases del archivo y de la compañía”, explica Eiriz. “La documentación debe ser juntada, custodiada y puesta a disposición de estudiosos, la obra y el estilo dancístico sobre los escenarios y en las aulas”. Un proceso en el que Getafe tiene un papel fundamental al permitir a la Fundación tener un lugar donde alojar su actividad y transmitirla al mundo.

“Getafe nos ha cedido un espacio en la Fábrica de Harinas”, cuenta Eugenia Eiriz, “si no fuera por este apoyo de los municipios, puedo decir que sería muy difícil que hubiera compañías de baile capaces de generar un trabajo más o menos regular”. La directora subraya también la importancia que tiene esta Fundación en España, al ser la primera vez en el país en la que un legado estilístico y coreográfico sobrevive con tanta fuerza después de la desaparición del creador. La propia Eugenia atribuye el éxito de esta supervivencia al legado que esta ofrece. “Coreográfica y estilísticamente hablando están muy valorados”, explica, “Se basa en una premisa gadesiana que dice que la danza no está en el paso, sino en lo que hay entre paso y paso”, a lo que se le añade el material humano que trabaja en ello.

La danza española se ve beneficiada por esta Fundación ante la desprotección que esta vive en la actualidad. “Nuestro trabajo contribuye en la medida de sus posibilidades a que esta disciplina esté muy presente, a que se la vea y reconozca como lo que es: uno de los mayores activos culturales de nuestro país”. A través de actividades como El Año Gades en el Teatro Real de Madrid en 2011 o la presentación de la compañía en París, se ha conseguido que la Fundación  llegue a tener una importante repercusión internacional. Teatros, instituciones e investigadores tanto de dentro como de fuera de España se hacen eco de la labor y del legado de Antonio Gades en el mundo de la danza, y es por eso por lo que Eugenia Eiriz da tanta importancia al esfuerzo realizado. “Nos nutrimos del resultado de nuestro trabajo”, comenta, “todo lo que genera la compañía ha de ser inmediatamente reinvertido en la misma”.

Aún así, Eugenia Eiriz asegura que “no todo son rosas ni laureles”. Insiste en que la danza española necesita “todo el apoyo que se le pueda prestar” sobre todo en España. “Si desaparecen aquí las compañías, desaparecen en el mundo”.  Pero pese a las dificultades, la Fundación Antonio Gades sigue adelante, difundiendo su gran legado, uno de los mayores activos culturales del país y que, desde Getafe, se exporta a todos los lugares del mundo.

Yaiza Díaz - Periodista Grupo Capital